PRINCIPAL DE NOTA ROJA
Acribillaron a Urquizo y
después matan sicarios
Antonio Cantú Rendón.—El comandante de la Policía Ministerial del estado David Jesús Urquizo Molina de 41 años, luego de tener varios atentados contra su integridad física por presuntos delincuentes, la mañana de hoy jueves fue ejecutado con ráfagas de “cuernos de chivo” y posteriormente hubo una persecución, en la que también murieron tres más, otros salieron heridos, y más detenidos y otros se fugaron.
Después de este hecho sangriento, elementos de la Policía Ministerial del estado en coordinación con uniformados de la Fuerza Estatal, se dieron cuenta en donde se encontraban los presuntos pistoleros a sueldo y fueron por ellos, pero se agarraron a balazos en donde hubo tres delincuentes muertos y cuatro heridos, entre ellos un policía ministerial.
También hubo cinco detenidos como resultado de dos enfrentamientos a balazos entre Policías Ministeriales y delincuentes, a la vez tres carros decomisados que participaron en la ejecución del jefe policiaco, uno de la marca Nissan tipo Tsuru del servicio público con número económico 655, con placas de circulación 1382FFL.
Los otros dos son un vehículo de la marca SEA tipo Córdoba con placas de circulación 789PRB del Distrito Federal y el tercero de la marca Volkswagen color gris, tipo Bora.
El primer hecho violento se registró a las 8:30 de la mañana, cuando el comandante de la Policía Ministerial del Estado, David Jesús Urquizo Molina, salía de su casa particular que se ubica sobre la calle “Calzada del Ejército” de la colonia “Nicolás Bravo” que colinda con las instalaciones de la 35 Zona Militar de esta capital.
Tras salir de su domicilio particular a bordo de una camioneta color blanca de la marca Doge tipo Ram, y se dirigía a sus oficinas de la Fiscalía General del estado, supuestamente halcones al servicio de los sicarios del crimen organizado, avisaron a sus “superiores” que ya estaba en circulación su víctima.
Presuntamente desde el negocio de la pozolería “El Patio” que está en las inmediaciones del Panteón Central, los ocupantes del vehículo tipo Bora comenzaron a perseguirlo, y a la altura de la entrada principal del cementerio comenzaron a rafaguearlo por la parte trasera de su camioneta.
Al recibir los primeros impactos de bala aceleró su camioneta por la calle Ayutla y a llegar a la esquina de la calle “Madero”, el conductor del taxi y del córdoba se le cerraron, por lo que en ese momento se inició una tremenda balacera, causando pánico entre los ciudadanos.
Tratando de salvar su vida Urquizo Molina se bajó de la camioneta empuñando su fusil R-15 de cargo y una pistola calibre 9mm, quien logró accionarlas en contra de sus agresores, y al tratar de correr para ponerse a salvo, fue abatido con ráfagas de cuerno de chivo.
No conforme con ello, los supuestos delincuentes se le acercaron y lo remataron dándole un plomazo en la cabeza, el jefe policiaco cayó cocido a balazos sin vida, en tanto en sus brazos tenía su rifle R-15 y a varios metros de distancia su pistola 9mm de cargo.
Tras el enfrentamiento, el cadáver del jefe policiaco, sin que se iniciaran las diligencias de ley, el cuerpo fue levantado y subido a una patrulla de la Policía Ministerial del estado, acompañado de su mamá y esposa, quienes no daban crédito de esta muerte violenta de su ser querido.
El cuerpo de Urquizo Molina fue llevado a las instalaciones de la Morgue capitalina, para practicarle la necropsia de ley, para posteriormente entregado a sus familiares para darle cristina sepultura.
PERSECUCION, SEGUNDA BALACERA Y MUERTOS
En el enfrentamiento a balazos dañaron dos camionetas nuevas de la marca Honda y de la marca Nissan tipo Xtrailer, después los supuestos pistoleros a sueldo al lograr su objetivo se dieron a la fuga y lograron refugiarse en un cuarto de las instalaciones de la empresa “Grúas Oscar Avilés Ríos” que se ubica a orilla del bulevar “Vicente Guerrero” a la altura del Crucero a Chichihualco.
Los presuntos pistoleros celebraban su triunfo, tomando cervezas, por lo que los agentes policiacos ministeriales y fuerza estatal, se dieron cuenta en donde estaban los autores materiales del crimen del comandante policial.
Cerca de 100 elementos de las dos corporaciones, llegaron y acordaron la zona, posteriormente les gritaron a los supuestos autores del crimen que ya estaban acorralados, y que se rindieran, pero estos en lugar de entregarse abrieron fuego.
En medio de esta segunda balacera trataron de escapar para no ser arrestados, sin embargo tres de ellos quedaron abatidos a balazos y tirados en el piso del patio de la empresa de las grúas.
También en esa refriega salieron otras tres personas heridas al parecer miembros del crimen organizado, uno más de la Policía Ministerial, y hubo también seis detenidos de los supuestos agresores.
Los elementos policiacos guardaron total hermetismo, ya que también se presume que cinco habrían escapado rumbo a la colonia Izquiapa al norte de la ciudad con rumbo a Chichihualco.
Después de media hora de los hechos sangrientos, arribaron al lugar peritos de la Fiscalía General del estado, para iniciar las primeras diligencia de ley, en donde los muertos les aseguraron cuatro rifles, dos de ellos de los conocidos Cuernos de Chivo, Ak-47 y otro par de R-15.
Posteriormente los cadáveres fueron recogidos para trasladarlos a las instalaciones del servicio Médico Forense de Chilpancingo, para que se les practicara la necropsia de ley.
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