PRINCIPAL DE NOTA ROJA

Hallado hoy sepultado

en casa de La Pradera

Antonio Cantú Rendón.—Luego de estar desaparecido desde hace 20 días, alrededor de las 13:00 horas de hoy viernes fue encontrado enterrado en un patio de una vivienda particular el cuerpo  de un licenciado que laboraba  en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Chilpancingo.

Esto se pudo lograr, tras la detención de dos personas involucradas—una mujer y un hombre-- por elementos de la Policía Ministerial del estado y habrían confesado del asesinato y haberlo sepultado clandestinamente.

El patio convertido en cementerio fue de la casa ubicada en el Andador dos, número 14 de la colonia “La Pradera”, ubicada  al poniente de Chilpancingo, en donde se hicieron labores de excavación por personal de la Fiscalía General del estado.

La ahora víctima se apellidaba Godínez y trabajaba como licenciado en el CERESO de Chilpancingo confirmó un cercano familiar sin abundar más información, pero si dijo que desde hace 20 días estaba desaparecido y que no se sabía de su paradero.

Se conoció que hace aproximadamente 20 días,  hombres armados habían “levantado” al licenciado Godínez, cuando salía de su trabajo del CERESO, y desde ese momento sus familiares comenzaron a buscarlo y dieron pistas quienes eran los presuntos delincuentes, por lo que la Policía Ministerial del estado dio con un matrimonio.

Al ser detenidos fueron interrogados y confesaron de haber matado al licenciado Godínez y después enterrarlo en el patio de la casa en donde ellos vivían y fue hasta el día de hoy viernes que por medio de señalamientos de los detenidos informaron en donde estaba enterrado.

La tarde de hoy viernes cerca de las 15:00 horas, el personal de la Fiscalía General del estado, lograron sacar el cadáver totalmente en estado de putrefacción,  pues los detenidos confesaron que ya llevaba cerca  18 días enterrado.

Los vecinos de la colonia Pradera, al ver dos camionetas de la Policía Ministerial del estado, en el andador número 2, se alarmaron y se dieron cuenta que había una persona enterrada en el interior de una vivienda.