ARTICULO
“Zabedoble”: otra metáfora
¿Vergüenza o desdén?
Isaías Alanís
Rius, el gran humorista y pedagogo nacional de una generación de mexicanos, en Los Agachados, comic social, transgresor e informativo de una diversidad impresionante de temas, al hacer alguna referencia al recientemente fallecido controvertido periodista Jacobo Sabludowsky (1928-2015), siempre lo hacia aludiendo a la dualidad de su vida como periodista y comunicador al servicio del estado: “Zabedoble”.
En México, la historia de la libertad bajo palabra es muy amplia; digamos a vuela ojo que Sor Juana, no sólo inaugura la prosa mexicana, en su Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, texto clásico en contra del poder jerárquico de la iglesia que le impedía estudiar la ciencia y la teología. Joaquín Fernández de Lizardi, es otro tronco de esta gran arboleda de hombres y mujeres dedicados a poner sobre la palabra escrita la libertad de por medio y el derecho a ejercerla. Francisco Zarco, el Nigromante, Ignacio Manuel Altamirano, Guillermo Prieto, Andrés Quintana Roo; los hermanos Serdán y los Flores Magón, son pilares nacionales de este derecho a informar con la verdad. No es lo mismo ser periodista en una monarquía, una dictadura o una republica. En la democracia, el periodismo es un quantum necesario. Una forma de ser de la democracia y de su derecho inalienable a ser puesta en el banquillo del análisis, la crítica y el libre ejercicio de una profesión cuyo objetivo es mostrar los avances y retrocesos, no sólo de un gobierno, sino también de la clase empresarial y política. En fin de todos los segmentos sociales que conforman una comunidad.
Y Jacobo, desde la comodidad de su sillón todo terreno, mostró a los mexicanos un país en jauja, siempre al servicio de los Pinos y del soldado del presidente, su patrón Emilio Azcárraga Milmo.
Ahora en algunos círculos concéntricos del poder nacional, se le honra, le echan incienso y tratan de que su doble memoria, se convierta en la memoria de los mexicanos. Metáfora por demás absurda. Respetando su trabajo, el creador del noticiero 24 horas, es la visión de los vencedores y no la de los vencidos. Carmen Aristegui, ganó perdiendo. Las antípodas informativas al desnudo.
Durante ciertos momentos álgidos de la nación, Sabludowsky escondió la careta y disfrazó la realidad. Los hechos sangrientos del sesenta y ocho, tuvieron cero cobertura en televisa, le importaban las Olimpiadas. Zabedoble, cerrró los ojos ante la masacre de estudiantes y transeúntes del 2 de octubre en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Cuando televisa intentó colocarlo en Estados Unidos, hubo protestas de los periodistas norteamericanos. Jacobo llegó a la televisora a bordo de una limusina. Y Nomás no pegó ese intento por enviarlo a trabajar para los hispanos radicados en Estados Unidos.
A un personaje, amante de la Ciudad de México, conocedor de cada retablo, metopa y edificio; circunstancial narrador de los sismos del 85, habrá que recordarlo siempre con el sobrenombre con el que lo bautizó Eduardo del Río Rius en Los Agachados; “Zabedoble”.
Hoy el país no lo necesita, saber doble es inadmisible en una sociedad bien informada, la consigna para los hombres del presidente es dar la cara y decir la verdad. De lo contrario viene otra prueba para EPN de credibilidad o su contrario, luego de que en la ronda petrolera, sólo el cuñado del ex presidente Salinas de Gortari se subió al tren petrolero por un túnel abierto con maquinaria pesada de influencias y destellos de corrupción, como en Almoloya.
Vergüenza o desdén
Un amigo que vive en el extranjero, me escribió que ante los hechos de Almoloya, tiene sentimientos encontrados. Siente vergüenza cuando platica con compañeros de su trabajo sobre la fuga del Chapo Guzmán. Me dijo: “asomarse a la red, es entrar en un salón pánico de la tragedia nacional. Tal parece que los papeles se han invertido. Los malos aparecen como buenos y el gobierno como el malo”.
“Eso no sucede en otro país. Los valores nacionales están por encima de cualquier tragedia o yerro. Lo que quiere decir que en México existe una desazón hacia las instituciones”. “¿Cómo es que un delincuente es honrado en corridos y memes como un héroe?” Me pregunta. Y se contesta.
“Es que en México, desde hace décadas, se ha perdido el nacionalismo. Hemos sido educados sobre sus ruinas. Sólo el 15 de septiembre hay que echar gritos y sombrerazos. Después; nada. El vacío”.
Acota: “Me siento muy mal, decepcionado de mi país, de sus políticos, pero orgulloso de su historia y su pasado. ¿Qué nos espera? La vergüenza y el desdén.
En el extranjero soy un mexicano avergonzado. En donde vivo también existe la corrupción, pero se castiga. En México, no. Se premia. ¿Tú que vives allá me lo podrías explicar, por qué”?
Me pregunta y se contesta: “es que se han rebasado los límites. Se perdió toda proporción. Y la verdad, eso me lastima, me duele; me avergüenza.
Me siento humillado, deshonrado. No es posible que México siga así.
¿Qué va pasar en nuestro país? Me pregunta y se contesta.
-Nada, nada. Eso es lo más dramático y terrible, que no pase nada. Que el presidente no mueva sus piezas. Que si está realmente enfermo, lo haga saber a los mexicanos que lo sabremos entender. Pero no más mentiras.
Que si es importante la fuga del Chapo para equilibrar el negocio de la drogas y que cese la violencia, que lo diga. Que no inventen escapes irreales. Que si es verdad que la privatización de PEMEX detonará el desarrollo, que lo digan, pero que no traten de engañarnos”.
Y concluye: “soy un mexicano agraviado, dolido y avergonzado. Y eso es más peligroso para las instituciones que tanto le han costado a los mexicanos. Porque el hilo que las mantiene es muy frágil, y se puede romper violentamente”. Ojalá y me equivoque…”.
De reojo
El gobernador Rogelio Ortega y el gobernador electo, Héctor Astudillo Flores, tuvieron un acercamiento con una primera reunión de “cortesía”, previo a iniciar el proceso de entrega-recepción de la administración púbica. Y paras desechar conjeturas, adivinanzas, quinielas y suspicacia de muchos comunicadores, comentarios de pitonisos en pláticas de café y reuniones pozoleras por quiénes serán los hombres del nuevo gobernador. A esta primer reunión lo acompañaron; Florencio Salazar Adame, Tulio Pérez Calvo y Héctor Apreza Patrón. O sea…
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