COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

DON EVODIO YA LANZO EL PRIMER ROUND

En el nuevo panorama político de Guerrero, las declaraciones donde se valoran y estima el trabajo que a la voz de ¡Ya! han emprendido los dueños nuevos de las administraciones de los gobiernos estatal o municipal, sin aún haberse montado en las sillas ni hayan rendido protesta “de cumplir y hacer cumplir las leyes, o si no que el pueblo se los demande”, deben y tienen que ser contundentes.

Hay varios dichos de la voz popular en relación al tema: “¡En la forma de agarrar el taco se ve al que es tragón!, ¡Al mal tiempo, buena cara!, ¡Lo que se ha de pelar, que se vaya remojando!, ¡Al que madruga, Dios le ayuda!”... ese exactamente es el caso del joven Evodio Velázquez, alcalde electo de Acapulco quien en lugar de andar “celebrando” su triunfo electoral en reuniones con sus cuates, se paró frente a la prensa y dijo:

“Cambiaremos idea de Acapulco como violento e inseguro”. Fue el gran diario de México, El Universal, quien por medio de un envío de Notimex, le dio espacio destacado a la primera declaración del quehacer que ya tiene en su agenda de trabajo y en las manos el nuevo presidente municipal de Acapulco, quien, de esta manera está accionando en el quehacer para el cual fue electo por los habitantes del puerto guerrerense y sus alrededores.

“¡Llegando y poniendo lumbre!”, mientras que “otros”, todavía no acaban de “celebrar” y siguen festinando el conteo de votos para envanecer su ego de “triunfadores”, porque su meta es sólo para eso, para envanecer el ego. Papelazo inútil e intrascendente, porque así, no pasan de emular a la parlanchina guacamaya vieja del patio de la casa de la abuela. Mucho ruido, pocas nueces.

“El tiempo es oro”, y Evodio de Acapulco parece traer entre ceja y jefa aprovechar cada instante de los tres años que el pueblo le ha regalado –incluyendo sábados y domingos- para cumplir sus objetivos como primera autoridad del primer municipio de Guerrero, trabajando, buscando cómo transformar al puerto, cómo hacer que deje de ser violento e inseguro, poniéndose a tono con las autoridades estatales y federales y buscando la muy necesaria y urgente participación ciudadana.

Observando esos entusiasmos que para Acapulco se publicitan en El Universal, la gente, angustiada por el futuro de Guerrero, se pregunta: ¿Y los demás alcaldes electos de Guerrero, qué? ¿Todavía no acaban de “celebrar” su triunfo? ¿Cuándo se va a conocer algo de ellos? ¡Ya se les súper adelantó don Evodio el de Acapulco, ya anda en las primeras planas de los periódicos de “circulación nacional”. Este señor alcalde sí que sabe por dónde comenzar a caminar.

Don Evodio ya se puso  el overol y va moviéndose donde se debe, proyectando a Acapulco a hacia otros estadios de bienestar con pasos concretos, firmes y seguros; va a lo atractivo y a lo útil,  “amarrando” enlaces. Al menos con la prensa, ya dio testimonio de por dónde comenzó a jugar su papel edil. El nuevo alcalde porteño muestra sus primeras cartas del juego: tiene visión de futuro y talento. Claro que sí.

Entonces, no hay que dejar de mirar para Acapulco, donde don Evodio afirmó que su gobierno será progresista, eficaz y de puertas abiertas, sin distingo de colores partidistas. 

Viene, dijo, de unos comicios llenos de civilidad y solidaridad…  Eso, señoras y señores, testimonia madurez… ¡y futuro seguro!, porque bajo esos tonos de voz y bajo esas actitudes de acción y dinamismo, el pueblo lo acompaña, lo apoya y le brinda confianza.

En Chilpancingo, mientras tanto, en la capital más fea del país, crece la triste realidad. Las autoridades, viejas y nuevas, ahora más que nunca, están de espaldas al pueblo.  Y así, como sucedió en el festejo del 13 pasado en el barrio de san Antonio, jamás nadie, en ninguna parte podrá gobernar, ni con el pueblo ni contra el pueblo. 

El “triunfalismo” no es más que calentura pasajera, que si no puede durar tres largos años, seis, menos.

Mientras tanto, don Evodio, ya está en acción en Acapulco, proyectándose a nivel nacional.