COLUMNA
Resquicio Político
Noé Mondragón Norato
COLOSIO MURRIETA: UN LEGADO SOLO
PARA RECORDAR, SIN ACCIONAR
A veintiún años del artero crimen que sufriera el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta en un mitin de la comunidad de Lomas taurinas Tijuana, el veintitrés de marzo de mil novecientos noventa y cuatro, hoy sigue habiendo cabos sueltos de a quienes benefició la muerte de aquel que con sus discursos, dejaba entrever el cambio verdadero a un país de democracia y de leyes, al manifestar “..Es la
hora de cerrarle el paso al influyentísmo, la corrupción y la impunidad..” así como “..Yo veo a un México con hambre y sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían servirlas; de las mujeres y hombres afligidos por los abusos de autoridades, o por la arrogancia en las oficinas de gobierno..” y otros más que lograron mover las mentes perversas a quitarle la vida a Colosio Murrieta, concluyendo la fiscalía especial dependiente de la Procuraduría General de la República con la detención y encarcelamiento de un autor intelectual y material único, una investigación plagada de errores técnicos forenses, donde el influyentismo y la corrupción siguió con su trabajo, empañar la verdad histórica de los hechos, hoy a veintiún años de su muerte, la memoria de los de con hambre van olvidando, reorganizándose en autodefensas y/o grupos policiales comunitarios, la muerte de Colosio Murrieta, solo ha servido para disparar discursos de moda y recordar lo que el malogrado candidato presidencial quería para su Nación, sin que nadie lleve a los hechos el decálogo de ese candidato priista, y no es de extrañarse vivimos en un país que no le gusta leer, que da más credibilidad a la rumorología que la investigación, bien a escrito el cubano José Martí “Ser cultos, para ser libres”, Colosio como redentor fue sacrificado, una muerte en vano sin que aun exista un verdadero estado de derecho, cada quien su cada cual, sigue siendo un mito, la justicia muerde al más descalzo, dice el adagio popular, en semana santa, navidad y fiestas patronales, más que dedicados a la oración, son utilizados para las festividades paganas, embriagarse, privar de la vida al prójimo, sin que sigan el legado que Jesús de Nazaret y su padre dejaron en el libro de la Biblia, el libro más vendido en el mundo y el libro que nadie ha podido desaparecer, las fiestas religiosos sirven para todo, menos para imitar a Jesús, Colosio Murrieta sigue sin que los gobiernos imiten su legado, solo la memoria anual se palabras sin eco, mientras los mexicanos no lean, no investiguen, y sigan en el camino de la rumorología, seguirán en el camino de la ignorancia intelectual, creyendo que la violencia es el camino del reclamo justo a lo justo, retrocediendo al año prehispánico de la ley del más fuerte, instituciones corruptas solapadoras de violaciones a derechos elementales del gobernado, porque el día que los mexicanos leamos, seremos libres no simplemente de conciencia, también espiritual, y es día hasta el clero dejara de vivir de ignorantes, y tomara las calles para hacer lo que hizo Jesucristo, predicar¡¡, la impunidad de la muerte de Colosio Murrieta sigue vigente, muertes de mexicanos sin ser esclarecidos, una investigación torpe y tartamuda, ante una procuración y administración de justicia arcaica, sin que hoy demuestre lo contrario Colosio como Jesucristo, ha muerto, su legado vive, pero nadie lo retoma en los hechos, solo para engrandecerse en soberbia cada año luctuoso, la humildad no existe en sus corazones de los que hoy se dicen tenerlo de ejemplo, ¡hipócritas fariseos modernos! … veremos
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