COLUMNA
El avispero
Apolinar Castrejón Marino
Según algunos “cronistas”, Chilpancingo significa lugar de las avispas, pero la gente no cree tal versión, primero, porque esos “tinterillos” se caracterizan más por estar pegados a la ubre del gobierno en turno, que por la veracidad de sus investigaciones.
Pero tenemos que admitir que ese sobrenombre le queda muy adecuado a la Ciudad Capital del Estado de Guerrero, en vista de los acontecimientos violentos, y el clima de inseguridad del que nadie está a salvo.
El fallido gobierno de Ángel Aguirre sacudió demasiado fuerte el árbol de la vida en el que se cobijan los políticos de nuestro estado, y en una de esas se agitó demasiado el panal de la miel, y se alborotaron las avispas, especie muy agresiva y numerosa, y por ende, mortal.
¿Qué hacemos los mortales cuando se alborota el avispero? Primero corremos, y después averiguamos qué tan grave es la situación, o, nos refugiamos en la casa o en cualquier lugar bien protegido. Nunca es bueno quedarse pasmados, confiando que las avispas no nos piquen.
Inopinadamente, las avispas se pueden atacar entre ellas, y siempre sucumben las más débiles, y las más lentas. Los avispones más conocidos son de la especie priista: apistudillista, apisfiguerista, y apisrenejuaristis. Son bichos muy grandes y mañosos que dominan al panal desde diferentes ángulos.
Las avispas no tienen capacidad de recoger polen, como lo hacen las abejas, pero son estupendas cazadoras y depredadoras, que se alimentan de otros insectos menores, y también puede comer carroña. En el Estado de Guerrero se conocen otras avispas menores avisañorvistis, avismorenitis, y avisaguirridas.
Los avispones reparten el banquete de insectos del estado de Guerrero, y desde luego, se quedan con la mejor parte. Enseguida se apersonan al banquete, las avispas más aguerridas y peligrosas, y a la vez se encargan de que no haya más invitados. Y en esta ocasión el abejorro costeño se impuso sobre los otros de su rango, y los eliminó precautoriamente para que el avisastudillisty tenga acceso directo al poder.
El caso especial del avispero de Chilpancingo, no nos explicamos cómo es que despierta tanta ambición entre la clase política, toda vez que no hay dinero, pero si hay muchos conflictos, la inseguridad es tan grande que ha tomado víctimas hasta entre los mismos políticos.
La ciudad, más bien parece un hormiguero que un panal. Los panales son construcciones geométricas bien definidas, pues las celdas son de forma hexagonal, perfectamente ajustadas unas contra otras. Por su parte, el hormiguero es una intrincada red de túneles que solo las hormigas pueden transitar.
Así son las calles de Chilpancingo, retorcidas como las mentes de los presidentes que han ido vendiendo predios, áreas verdes y banquetas al mejor postor. La gente que viene o pasa, de otros estados del país, se admira de cómo en la ciudad capital del Estado de Guerrero, podemos tener un drenaje a cielo abierto, y que antes era un río de aguas cristalinas.
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