COLUMNA
Lectura Política
Noé Mondragón Norato
Peña Nieto: ataque selectivo a la corrupción en Guerrero
La instrumentada contra el ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, es una venganza política. Y todos los caminos conducen hacia el gobierno del presidente priísta Enrique Peña Nieto. Además, se entiende: a la casa presidencial no le pareció nada amable que el mandatario estatal con licencia, involucrara a la federación en el polémico caso Iguala del pasado 26 y 27 de septiembre, donde los niveles de la responsabilidad por la inseguridad y el crecimiento y dominio de la plaza por parte del grupo delictivo Guerreros Unidos, inoculó por igual a ambos gobiernos. Peña Nieto esperaba de Aguirre Rivero, una responsabilidad absoluta por parte del gobierno estatal. Y como no ocurrió así, lanzó toda la caballería política en su contra. El desaseado manejo de los dineros públicos suele usarse en política, para un solo fin: neutralizar y hasta aniquilar a los adversarios. Y si no, ahí están algunos casos de ex gobernantes estatales que no comprobaron millonarios recursos y nada les pasó.
CASTIGO POLÍTICO SELECTIVO.- Los dos últimos gobernantes guerrerenses se han visto envueltos en escándalos de corrupción y desvíos de recursos públicos para fines privados. Peculado es la definición exacta. El antecedente lo dice todo: 1.- Cuando recién asumió como primer gobernante perredista en 2005, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo detectó un faltante de casi 50 millones de pesos en la Secretaría de Salud y en el Invisur. Como responsable de dicho desfalco, apareció el ex gobernador priísta, René Juárez Cisneros. El perredista hizo público ese faltante en una ruidosa conferencia de prensa a fines de julio de aquel año. Literalmente, le dio de varazos al panal. En el PRI reaccionaron de inmediato. Trataron a toda costa, de frenar el escándalo. Protagonistas y negociantes de ese hecho, fueron justamente, los ex gobernadores tricolores Rubén Figueroa Alcocer y el propio Juárez Cisneros. Y lo lograron de algún modo. Porque a partir de ese evento, Zeferino Torreblanca ya no hizo más ruido. Politizó el hecho y amagó con seguir el asunto ante la Procuraduría de Justicia. Al final, nada pasó. René Juárez Cisneros, continúo tranquilo haciendo su vida política. Sus ostentosas propiedades en Cuernavaca, Morelos y en el estado de Querétaro, no pasaron desapercibidas. Pero la federación hizo cómo que no vio ni escuchó nada. René Juárez Cisneros aguantó los tiempos y las circunstancias durante todo el sexenio zeferinista. Y en la elección de 2012, dio el salto y se encumbró como senador de la república, la hoja que la faltaba a su currículo político. Las administraciones federales panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, no le prestaron demasiada atención en aquel entonces, a un asunto que evaluaron como doméstico. Así, en vez de castigo, René Juárez recibió premio. Porque así operan los inescrutables laberintos del poder público y las complicidades en México: en sentido inverso a la razón y al entendimiento. 2.- Cuando Carlos Zeferino Torreblanca Galindo abandonó a su vez el gobierno estatal en 2011, la Auditoría General del Estado (AGE) detectó que había un faltante de mil millones de pesos que se debía a proveedores de la Secretaría de Salud. Los resultados de esa auditoría fueron entregados en mayo de ese año a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y a la Secretaría de la Función Pública (SFP), con firmándose así que los pasivos de esa dependencia estaban soportados con documentos. Desde luego, el ex mandatario estatal perredista lo percibió como una venganza política ordenada por el mandatario entrante, Ángel Aguirre Rivero. Las auditorías siguieron. Y los millones siguieron faltando sin traspasar más allá del escándalo mediático. El priísta Peña Nieto arribó a la presidencia en diciembre de 2012, pero nada hizo para aclararle las cuentas al ex mandatario perredista. Hoy, Zeferino Torreblanca busca los amarres partidistas y políticos para encumbrarse como candidato por segunda vez, a la alcaldía de Acapulco. El presidente Peña Nieto se hizo el occiso. Ni la ASF ni la SFP intervinieron a fin de esculcarle los bolsillos al ex gobernador Torreblanca. Pero la PGR se ensañó hoy con Carlos Mateo Aguirre Rivero, el hermano incómodo de Ángel Aguirre. Descubrieron desvíos millonarios de dinero que nunca investigaron de otros ex gobernantes. Y que fueron incluso, más escandalosos. Pero así opera el poder en México: premia a los corruptos disciplinados, y castiga a los corruptos rebeldes. Es su lógica y es la vieja cultura política que no se ha ido. Es además, la contradicción más visible de la propia Reforma Política “de avanzada” emprendida por Peña Nieto. Ese es el punto.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Aunque se aferre a lograr la candidatura a la alcaldía de Chilpancingo por el PRD, trasciende que el diputado federal Jorge Salgado Parra, enfrenta piedras muy grandes que le impedirán pasar por ese camino. Y la más notoria es la tribu los chuchos de NI, que no solo dejaron fuera de la contienda a gobernador al senador Sofío Ramírez Hernández, y de la alcaldía de Acapulco al diputado local, Ángel Aguirre Herrera. Es previsible que, por ser aguirrista, Jorge Salgado también sea excluido de esa candidatura. La sierra política chuchista viene cortando parejo.
dragonato@hotmail.com
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