PRIMERA PLANA
De la frustración se
aprende:Ruge Jaguar
Miguel de la Vea.MEXICO, D.F.--El jaguar está herido. Armando Ríos Piter reconoce que sí, en efecto, le duele ya no ser precandidato a la gubernatura de Guerrero. Pero de inmediato advierte: herido no es vencido.
El senador aclara que se retira de la contienda interna del PRD, pero no de la política guerrerense. Al contrario: advierte que, desde su escaño y apoyado en el Movimiento Jaguar, buscará seguir incidiendo en su estado.
Hablar con Ríos Piter es enfrentarse a un ventarrón de ideas y proyectos, de planes y palabras mientras gesticula, manotea y enseña las garras.
Dejar de lado tu aspiración de ser gobernador, ¿es la decisión más difícil que has tomado en tu carrera? Es una decisión de vida. Dediqué diez años de mi trabajo administrativo y político en Guerrero. Y concentrado en buscar esa candidatura estuve cuatro años.
¿Duele?
Sin duda. Por muchas cosas, como por el sueño compartido con mucha gente de hacer cosas diferentes.
¿Crees que estabas convenciendo a la gente?
Había una expectativa de que podíamos hacer cosas distintas.
¿Qué te hace distinto?
Estar cercano a la gente, la capacidad de escuchar... En el caso de Guerrero, que tiene poco dinero y problemas de mucha naturaleza, tu columna vertebral es el diálogo con la gente y el liderazgo. Sobre todo la capacidad organizativa para implementar el cambio.
“Estar cercano a la gente”, todo el mundo lo dice... En serio, ¿hay algo que te haga distinto?
Plantear políticas públicas que diseñes con la raza. Un ejemplo: hace algunos años hicimos el “Programa especial de seguridad alimentaria”, que buscaba cambiar la dádiva de la despensa por una lógica de autoproducción.
¿Eso fue como funcionario estatal?
Cuando fui secretario de Desarrollo Rural. Fue la base para entender mucho el estado y querer hacer política en Guerrero. En las partes más intrincadas de la Sierra y la Montaña, empecé a hacer giras, llegaba en cuatrimoto y la gente se sorprendía que fuera un funcionario.
¿Qué edad tenías?
Tenía 33 años, seguramente.
Un chamaco, ¿te tomaban en serio?
Al principio no, pero no por joven sino por escepticismo: la gente piensa que les vas a pedir algo a cambio.
De los políticos esperan el sablazo...
Es una sensación brutal cuando te das cuenta que la gente más marginada está esperando en qué momento le vas a pedir algo. Lo que empezó a ocurrir fue que como no había ese sablazo, se empezó a generar un tejido de confianza.
¿Ángel Aguirre es el diablo?
No.
Pero tampoco es un santo...
Yo asumo que no.
Entonces, ¿por qué no pactar con él?
Porque los hechos de Iguala nos dieron una claridad que no teníamos. Fue como ponerle anteojos a un miope.
¿A qué te refieres?
A la sociedad guerrerense, a la del país y tal vez hasta a la del mundo, Iguala les puso lentes. Iguala nos hizo ver lo que no funciona en Guerrero y en el país.
¿Sólo después de la tragedia volteamos hacia allá?
La tragedia clarificó con mucha nitidez una realidad existente. Iguala cambió la forma en que se debe hacer política en todo el país, porque demostró una realidad que impera en muchas partes de México: una realidad brutal.
¿El caso no se resuelve sólo encontrando a los asesinos?
Ésa es la visión más estrecha y limitada, por no calificarla de tonta. Necesitamos saber qué generó un contexto social y económico que permitió los hechos de Iguala. Eso no fue espontáneo.
Déjame insistir: ¿por qué no pactar para llegar al poder y luego olvidarse del pacto para hacer lo correcto?
Cárdenas pactó con Calles y, ya como Presidente, lo exilió. Luego de los anteojos que nos dio Iguala, un pacto bajo esa lógica no sería posible.
¿Qué se necesita para que haya justicia?
Justicia y verdad. Se tienen que conocer los hechos para que las decisiones que se tomen sean justas, no sólo legales.
¿Quién va a hacer eso?
De entrada, el Estado mexicano.
¿Y lo está haciendo?
En tres meses y medio el gobierno federal no ha hecho nada real, contundente, que nos permita sentir que estamos llegando a la verdad.
¿Qué le ha faltado?
Se han quedado en esa idea limitada de que Abarca y su esposa fueron los responsables de esta situación y que con eso es suficiente. Pero no, hay muchas incógnitas todavía.
¿Cuál te inquieta?
Hasta ahora no hay un móvil. Pese a toda su parafernalia tecnológica, el procurador no nos ha dicho cuál fue la causa. Otra: ¿a poco Abarca era la única autoridad que tenía supervisión de ese territorio? Ahí hay responsabilidades políticas.
¿No te parece irresponsable, por ejemplo, hablar de hornos crematorios del Ejército sin pruebas?
En lugar de generar condiciones de credibilidad que permitan ganar confianza, el gobierno federal ha apostado a que el movimiento social se desgaste.
Hay quienes insisten en que todavía podrías ser candidato. Incluso se habla de que el PRI y el Verde te podrían ofrecer la candidatura.
Decidí no ser candidato del PRD y también decidí quedarme en el PRD porque tiene capital social, luchadores sociales, gente que desde hace 25 años ha construido libertades para el país.
¿Y si fuera te postulara una coalición?
Las coaliciones no cambian los códigos genéticos de los partidos, solamente cambian el logotipo por el que la gente vota. Pero los partidos están hechos por gente que tiene costumbres y formas de hacer política. Estoy criticando cosas que en el PRD deben corregirse porque creo que se pueden corregir. En otro partido político, como el PRI, creo que no son corregibles.
¿Está condenado Guerrero a que lo gobiernen los mismos de siempre?
Yo espero que no. Se tiene que renovar la clase política.
¿Cómo le haces para que esto no te deprima?
En política uno tiene que entender que no son los cargos los que te permiten desarrollar lo que a ti te realiza. A mí me realiza que, a través de una política pública, la gente cambie su vida.
¿Para eso sirve el poder?
El poder tiene que ser para que la sociedad evolucione.
Si es así, ¿para qué ha servido el poder en Guerrero?
Para extraerle los recursos a la gente, para caciquearla, para prometerle cosas y después engañarla.
¿La dirigencia del PRD te representa?
Con la actual dirigencia he tenido una buena relación, pero eso no significa que, si tengo críticas, no las exhiba.
Y mi principal crítica es que no caigamos en una lógica inercial de cómo se van a nombrar a los candidatos.
El problema de Iguala nos explotó como PRD porque nosotros nombramos a Abarca. Perder esa consideración es perder el foco del problema. El tema es cómo se llevan a cabo acciones para corregirlo, es ahí dónde está la distancia en este momento.
¿No hay rompimiento?
No estoy buscando un rompimiento, pero sí quiero tener una posición diferente sobre lo que se tiene qué hacer.
¿Éste es el peor zarpazo que te ha dado la política?
Una vez perdí alguna elección cuando era universitario, que me dejó muy dolido. La frustración es parte de la vida política. Si quieres ser un político maduro, en la vida hay que tener frustraciones.
¿Y saberlas manejar?
Es un estado de ánimo que no tiene que llevarte a la depresión ni a la inmovilidad. De la frustración se aprende.
¿Cómo se curan los jaguares las heridas?
Trabajando, actuando. El Movimiento Jaguar va a seguir activo incidiendo en el combate contra la impunidad.
¿No crees que te volverás incómodo para tu partido?
Yo espero que esta situación se vuela incómoda para muchos partidos.
¿Ya te cansaste?
No, el político que se cansa es un político que no tiene futuro.
**Cinco datos
1. A los 23 años tuvo su primer cargo público en el Infonavit. Hoy, con 41 años, ha colaborado con gobiernos del PRI, del PAN y del PRD.
2. Estudió dos licenciaturas: Economía (ITAM) y Derecho (UNAM); y dos postgrados: Seguridad Nacional (Georgetown) y Administración Pública (Harvard).
3. Entre los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos estaban dos colaboradores del Movimiento Jaguar.
4. En 2011 fue candidato a presidir el PRD, elección en la que fue derrotado por Jesús Zambrano.
5. Usa Twitter desde 2010. Tiene 43 mil seguidores y en su bio se autodefine como “Jaguar y Puma”. (Publicado en Reforma.18/01/2015).
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