LECTURA POLÍTICA Noé Mondragón Norato Ceteg y Ayotzinapa: intolerancia En su naturaleza misma, la protesta social es intolerante. Es decir, para quienes la encabezan, la razón está siempre de su lado. No admiten en ningún momento, cuestionamientos en su contra. O estás con ellos o no lo estás. Y esa es ya, una pose intransigente. No de apertura, sino de cerrazón deliberada. Como los partidos políticos, admitirla significaría el fin de su ideología. La confirmación del engaño y de la manipulación que se esconden y camuflan tras esos movimientos. Además, su condición de víctimas no solo los hace adquirir la simpatía de un vasto sector ciudadano, sino que, con base en ese respaldo, cometen toda clase de excesos y desmanes. Porque el fin justifica los medios. Y eso es precisamente lo que ocurre con el movimiento de protesta encabezado por los normalistas de Ayotzinapa y maestros disidentes de la Ceteg: en aras de buscar justicia por los 42 normalistas desaparecidos, se encontrar...