COLUMNA
Lectura Política
Noé Mondragón Norato
Verdades y medias verdades del CCSPJP
De golpe, José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal A.C. (CCSPJP), no solo entregó a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), una lista con los nombres de 25 acaldes, ex alcaldes y otros funcionarios de Guerrero, ligados presumiblemente con el crimen organizado, sino que también etiquetó y enlistó a todos los aspirantes del PRI y PRD, a la competencia por el gobierno estatal para la elección del 7 de junio de 2015. Es decir, los dos partidos políticos con mayores clientelas electorales en la entidad, se quedaron sin nada que ofertar a los electores. Sin embargo, hay algunos puntos no muy claros en cuanto a este juicio sumario del CCSPJP.
NARCOPODER ENRAIZADO.- Sin el demérito que merece el informe Guerrero: atrapados en el círculo de la violencia, los más visibles aspirantes a gobernador por el PRI y PRD, quedaron descartados. Y solo dos de ellos se pusieron a salvo: el edil de Acapulco, Luis Walton Aburto. Y el diputado local tricolor, Héctor Astudillo Flores. Pero hay que ir por partes para entender las verdades. Y las medias verdades: 1.- Al senador perredista, Sofío Ramírez Hernández, se le atribuye responsabilidad en el asesinato del alcalde suplente de Zapotitlán Tablas, Alfonso Cruz Rivera, ocurrido en 2009. También del alcalde José Santiago Agustino, ocurrido en 2010 en Chilpancingo. Finalmente, del diputado federal Moisés Villanueva de la Luz, acontecido en 2011. Y porque en octubre de este año en unas mantas colgadas en Chilpancingo, lo señalaron por vínculos con Guerreros Unidos y de estar implicado en la matanza y desaparición de los normalistas en Iguala. El informe no investiga a fondo, pero sí politiza. Porque en el crimen del diputado Moisés Villanueva de la Luz, se encontró responsabilidad del ex alcalde tricolor de Tlapa, Willy Reyes Ramos. Y los familiares del legislador asesinado, así lo confirmaron en varias conferencias de prensa. De los demás casos, nunca trascendió que Sofío estuviera involucrado, pero sí se atribuyeron esos crímenes a conflictos entre las organizaciones campesinas Larsez y Antorcha Campesina. Y las mantas suelen ser un recurso político para desgastar a los adversarios. Más, en una coyuntura electoral. 2.- Del gobernador Zeferino Torreblanca y sus nexos con el cartel del Chapo Guzmán, sí existieron trascendidos en su momento. Y esa liga alcanzó al senador perredista, Armando Ríos Piter. Omar Guerrero Solís, El Comandante Ramiro del ERPI, lo denunció públicamente en una entrevista que publicó el periódico La Jornada Guerrero en mayo de 2009. Y en noviembre de ese mismo año, pereció en una emboscada en la sierra de Ajuchitlán del Progreso. Zeferino y Ríos Piter, mantuvieron entendimientos también, con el narcotraficante y ex alcalde priísta de Petatlán, Rogaciano Alba Álvarez. Tal y como lo señala el informe de la CCSPJP. 3.- Al edil tricolor de Chilpancingo y aspirante a gobernador, Mario Moreno Arcos, le endilgan nexos con el grupo delictivo Los Rojos. Y de haber ordenado el atentado contra el empresario Pioquinto Damián Huato, en enero de este año. El asunto es que la federación no se creyó esa versión. Y la implementación del Mando Único en la capital, llevaba la intención de descubrir esas ligas que hasta hoy, no han surgido. El punto es que Mario se convirtió en pesadilla política para muchos de sus adversarios internos. Y había que buscar la forma de frenarlo. El caso del alcalde capitalino parece ser un asunto más político, que de verdaderos nexos con el delito. 4.- Al aspirante priísta a gobernador, Cuauhtémoc Salgado Romero, no se le conoce estirpe de represor. Sí tiene padrinos políticos con cierto peso –como el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y el secretario de educación, Emilio Chuayfett Chemor-, pero una liga visible con grupos de la delincuencia organizada, no se le identifica. Por eso el informe del CCSPJP, está saturado de algunas verdades. Y en otros casos, de otras que no lo son. Lo único cierto es que sí hace falta una sacudida muy fuerte al árbol político guerrerense, a fin de que toda la fruta podrida se desplome. Y se fumigue a los bichos que lo acosan por todas sus ramas. O eventos como los de Ayotzinapa, seguirán siendo una constante siniestra en la vida pública de la entidad.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Los diputados locales del PRI y PRD ofrecieron un deprimente espectáculo, al acusarse mutuamente, de estar involucrados con la delincuencia organizada. Pero ninguno de ellos promovió un acuerdo parlamentario para que todos sus ediles sean investigados por la Seido. Incluidos por supuesto, ellos mismos. Desgarrarse las vestiduras en tribuna sobre un tema tan espinoso y de moda, es el equivalente a la utilización de la frase bíblica “quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra”. En esta lógica, es previsible que ninguno lo hiciera. Porque el narcopoder es más fuerte que sus propios deseos de honradez y limpieza.
dragonato@hotmail.com
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