COLUMNA
LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
La nueva estrategia de la tribu GG
Justo cuando la tribu perredista Grupo Guerrero (GG), festina la eventual postulación de su cuadro Celestino Cesáreo Guzmán, como eventual dirigente estatal del PRD; el dirigente de esa tribu, David Jiménez Rumbo, se mueve buscando cuando menos dos cosas: limpiar su imagen ante las sospechas internas de mantener algunos vínculos con la delincuencia organizada. Las cuales supuestamente, le impidieron llegar como dirigente estatal. Y curándose en salud para colarse como actor principal en la definición del candidato del PRD a gobernador. Al respecto, hay puntos que no pueden dejar de leerse.
RUMBO: TOCAR PUERTAS.- En cierto modo, el dirigente de la tribu GG ya se percató de una situación crucial: el senador y aspirante a la candidatura a gobernador por el PRD, Armando Ríos Piter, pierde progresivamente dos cosas: plusvalía política y credibilidad. Crece por el otro lado e internamente, el senador Sofio Ramírez Hernández. Y por el lado de las izquierdas, el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto. Los eventos de Iguala desinflaron a muchos aspirantes que ya se frotaban las manos en el escenario de la sucesión gubernamental. Y por eso mismo, Jiménez Rumbo se mueve en varias vertientes en el inédito escenario de los reacomodos: 1.- De versión propia, el dirigente de la tribu GG, admitió que el senador Ríos Piter, no lo acompañó en su lucha interna por alcanzar la dirigencia estatal del PRD. Lo atribuyó no como un acto de traición, sino a que “trae mucha estrategia”. Pero los hechos de Iguala chamuscaron terriblemente a dicho legislador perredista. Y por esa razón, Jiménez Rumbo busca los acercamientos con otros actores del poder, sin romper abiertamente con el senador Armando Ríos. 2.- Esta modalidad para operar por parte de Jiménez Rumbo, se asocia a cuando menos dos factores: su tribu el GG, conservaría la dirigencia estatal del PRD, con Celestino Cesáreo Guzmán. Y eso lo incluiría en las negociaciones que definirían al candidato de ese partido a gobernador. Y por otro lado, trata de vender una imagen de pulcritud política, pese a que el actual dirigente estatal del PRD y miembro también del GG, Carlos Reyes Torres, fue señalado en un video que circula en redes sociales, por Servando Martínez La Tuta, de proteger a un grupo criminal con asiento en el corredor de la Costa Grande. Aunado a que los mismos chuchos de la tribu Nueva Izquierda (NI) a nivel nacional, le otorgan al dirigente del GG, ese mismo nexo con La Tuta. 3.- Sabedor de que la mayoría de los aspirantes del PRD a gobernador, ya fueron tocados sensiblemente por los hechos de Iguala, el pupilo del extinto Armando Chavarría, otea el horizonte político buscando tender nuevas redes de poder. Y uno de los personajes a los que ya le echó el ojo, es al rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán, quien cuenta con una aceptable plusvalía política. Y también se alzó como opción político-electoral tras los hechos de Iguala. Pero cauto, Saldaña evaluó el guiño de Jiménez Rumbo, desde la perspectiva de lo académico. Porque sabe de lo peligroso que puede resultar involucrarse con un personaje que, aparte de ser demasiado polémico, no deja de arrastrar sus propios desprestigios en el plano político. Por eso mismo, Saldaña Almazán marcó su distancia. Y lo hizo bien. 4.- La pugna entre las tribus amenaza con desbordarse en un escenario candente, marcado por la inconformidad incesante de los estudiantes de Ayotzinapa y los vándalos mentores de la Ceteg. Porque si el GG obtiene la dirigencia estatal del PRD, se entiende que las demás no la van a dejar operar a sus anchas la designación del candidato a gobernador. Pero Jiménez Rumbo evalúa que, con todo el desprestigio que cargan muchas de ellas, él y su tribu podrán irse por la libre en ese sentido. Por eso intenta curarse en salud y tender nuevas alianzas. Pero la reconfiguración política en el PRD dista mucho de favorecerlo. Los chuchos de NI, no van a dejarlo que se indigeste con todo el pastel. Y la tribu Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), del ex gobernador Ángel Aguirre, tampoco. Porque en el PRD, la lumbre de Iguala alcanzó a casi todos los actores de ese partido. Y Rumbo se niega a reconocer su propia quemazón.
HOJEADAS DE PÁGINAS…La intervención del dirigente moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, demandando la renuncia de Carlos Navarrete Ruiz, a la dirigencia nacional de ese partido, puso otra vez de relieve, el tamaño de la crisis política que no deja de inocularlos. Y es que los chuchos sacrificaron al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, pero ninguno de sus miembros quiere pagar la factura política de la que se hicieron acreedores por el caso Iguala. Ni el diputado federal Sebastián de la Rosa. Ni el propio ex dirigente nacional Jesús Zambrano y el actual, Carlos Navarrete. De ahí la petición razonable de Cárdenas.
dragonato@hotmail.com
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