COLUMNA
Lectura Política
Noé Mondragón Norato
Neutralizar la violencia para accesar al desarrollo
El atraso se mide en gran medida, con la permanencia de la violencia como factor prioritario para dirimir nuestras diferencias como individuos. Por esa razón, entidades como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, se encuentran en la cola del desarrollo nacional. La exaltación de la valentía va de la mano con las actitudes retrógradas. Pero eso instala a los hombres en la condición animal, no en la racional. Se abre cancha al lado más oscuro y primitivo de los seres humanos. Porque no es más valiente en que mata, sino el que con inteligencia y razón, encuentra una salida civilizada a los problemas más difíciles de resolver. Y lo que hoy ocurre en Guerrero es exactamente eso: la violencia se instaló de nuevo, como el instrumento más valioso de la cultura del atraso para ejercer presiones de todo tipo. Los hechos tristemente, así lo confirman.
VIOLENCIA Y ATRASO, CULTURA INAMOVIBLE.- A Guerrero se ha identificado en el plano nacional, como una entidad violenta. Y eso más que regocijarnos, debería causarnos tristeza y pena. Es el equivalente a que nos ubiquen como una entidad incivilizada. Y si a eso se agrega el factor del crimen organizado, la violencia no solo se arraiga y adquiere carta de naturalización, sino que se ha tornado más cruel y radical. Hay asuntos que no pueden pasar desapercibidos al respecto: 1.- Lo que ocurrió en Iguala, fue un abierto acto de provocación. Los normalistas de Ayotzinapa –al menos sus líderes-, sabían de los peligros que corrían al acudir a secuestrar autobuses a ese municipio. No se enfrentaban a la tolerancia reservada del gobierno, sino a delincuentes disfrazados de policías y reclutados por el crimen organizado. Era evidente entonces, que sus niveles de violencia e intolerancia rebasaban con mucho, a los del gobierno estatal y federal. Por eso dispararon a discreción contra los estudiantes. Por eso mismo y presas del coraje y el agravio desbordado, mataron a otras personas inocentes y ajenas a sus problemas, en el crucero de Santa Teresa. Por eso mismo, secuestraron a otros 43 normalistas y nada se sabe de ellos. 2.- ¿Qué hicieron los normalistas para desatar la ira de la policía municipal preventiva de Iguala, infiltrada por el crimen organizado? Según las versiones de algunos policías detenidos, les tiraron de pedradas a diestra y siniestra. Según la versión del alcalde prófugo, José Luis Abarca, “encapuchados, estaban golpeando y robando las bolsas” a los presentes en el baile que el ayuntamiento organizó por el informe de labores de su esposa, la presidenta del DIF, María de los Ángeles Pineda Villa. Como sea, la violencia vino de ambos lados. La única desventaja de los normalistas es que no llevaban armas de fuego. Pero si así hubiera sido, entonces es claro que tampoco iban a dudar en utilizarlas. Porque aquí, es la violencia y el salvajismo los que dominan. 3.- Durante la marcha del pasado martes 8 de octubre, una turba de estudiantes y maestros de la Ceteg agredieron en la ciudad de México, al líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. A los continuos gritos de “¡¡asesino!!” y “¡¡traidor!!”, el político perredista contestó de la forma más sencilla y contundente: “la intolerancia no cabe en quienes defienden los derechos humanos”. El escritor Adolfo Gilly, resultó descalabrado. Es decir, la violencia se asomó de nueva cuenta, como parte inherente a la llamada lucha social. 4.- Cetegistas y normalistas de Ayotzinapa, decidieron por cuenta propia y como forma de ejercer presión, incendiar el palacio de gobierno. También el Congreso local. Quemar vehículos de empresas privadas. Van ahora por la toma de los 81 ayuntamientos. Con esas acciones violentas, ¿acaso ellos mismos están justificando que los policías de Iguala les dispararan el pasado 26 de septiembre? Y si el gobernador Ángel Aguirre, se dice dispuesto a renunciar a su encargo. ¿No sería justo que a cambio de esa renuncia, también se cerrara en definitiva la Normal Rural de Ayotzinapa? De lo contrario: ¿Cuántos eventos sangrientos y funestos más esperaremos en el futuro los guerrerenses, en donde los estudiantes de ese centro educativo se vean involucrados? ¿Acaso seguirán en la misma ruta de renunciar a los gobernadores que ellos deseen, atizándole a la redición de la violencia mediante la provocación a los grupos delictivos, la quema de edificios públicos, así como al secuestro de autobuses, carreteras y autopistas? La apuesta para todos es alta: o seguimos en el atraso generado por la violencia. O pisamos los primeros escalones del desarrollo en el concierto nacional cerrando progresivamente, esa página. Y los gobiernos federal y estatal deben comenzar ya, a tender con firmeza esos rieles.
HOJEADAS DE PÁGINAS…A pesar de que ya inició el año electoral, la mayoría de los aspirantes a gobernador por los distintos partidos políticos, permanecen a la expectativa. Los violentos sucesos ocurridos en Iguala, los sumieron en el pasmo y el silencio. Quiérase o no, la de junio de 2015, será una de las elecciones más complicadas en la historia política de Guerrero. Sobre todo, porque ya fue tocada por el Diablo.
dragonato@hotmail.com
VIVA LA IMPUNIDAD!!!!, ante la ineficacia, la ineptitud, la corrupción y lo mas peligroso, el vacío de autoridad, la impunidad crece y se atreven a mas. Cada día estos bandoleros hacen y deshacen porque saben que la autoridad no les hace nada. La verdadera libertad requiere del estado de derecho, en que los derechos de unos no se aseguren negando los de otros. Hasta cuando el gobierno federal -porque el local ya demostró que no actúa- va establecer el estado de derecho? La anarquía de estos grupos de violencia tienen en la indefensión a los ciudadanos ante el poder de los grupos anarcos y del crimen organizado. El conflicto con los normalistas se ha convertido en un juego de violaciones a la ley. Los abusos empiezan cuando los estudiantes, con el apoyo de la CNTE- CETEG, exigen que se les entreguen plazas de manera automática como si los puestos públicos fueran propiedad privada. La desidia de las autoridades ante robos y quemas de vehículos crea un ambiente de ilegalidad. El secuestro y aparente homicidio de normalistas es el acto criminal más grave de toda la cadena, pero el actual conflicto de los normalistas sólo puede resolverse con un gobierno que se atreva a aplicar la ley a todos. Pero los gobiernos de Guerrero, Michoacán y Oaxaca, así como el federal, parecen aterrados ante esta posibilidad. Donde estaban el Srio. de Gobierno, la policía estatal, gobernación estatal y la Procuraduría.¿ Por que no le dieron seguimiento a las actividades de los ayotzinapos cuando es una actividad elemental de un grupo violento? Parece que el gobernador "cuida" a sus amigos en los cargo y el solo llevara el peso de este drama que afecta a todos, igual como le sucedió a Rubén Figueroa quien protegió a sus amigos por encima de los intereses del pueblo.
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