COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato

La renuncia de Aguirre y sus efectos
Progresivamente, la demanda cambió: de la búsqueda con vida de los 43 normalistas desaparecidos, el clamor de ciertos sectores radicales y de algunos medios de comunicación nacionales, emigraron hacia la renuncia del gobernador Ángel Aguirre Rivero. Es decir, ya no es prioridad encontrar a los estudiantes, sino renunciar al mandatario estatal. Lo cual abre sin duda alguna, otras lecturas.

LOS BEMOLES DE UNA RENUNCIA.- El escenario parece despejado con la eventual renuncia de Aguirre y la llegada de un interino. Se lee desde distintos ángulos: 1.- En el PRD la están pensando muy bien y a fondo. Porque el bono democrático que trae el gobernador Ángel Aguirre Rivero, es de más de 600 mil votos que no han bajado. A nivel central lo están valorando tanto el presidente Enrique Peña Nieto, como la propia dirigencia nacional perredista. 2.- A los partidos políticos como el PAN y otros más pequeños, así como al gobierno federal, dejó de interesarles atacar a fondo las causas de la violencia, y están enfocados en empujar la caída de Ángel Aguirre. Y se entiende: la PGR ya evaluó que la búsqueda de los normalistas no es una tarea nada fácil. Entonces, una manera de esconder su propia incapacidad, es dirigiendo los reflectores hacia el gobierno estatal. 3.- El tema de los normalistas desaparecidos adquiere entonces un fondo político. No de justicia. Porque con la eventual llegada de un gobernador interino: ¿Acaso éste será capaz de resolver ese candente problema por el solo hecho de sustituir al actual? ¿Garantizará el regreso de los 43 normalistas sanos y salvos? Y la respuesta es: sí podría hacerlo. Pero solo bajo el hipotético caso de que ya sepa dónde están y los tenga listos para ser presentados. Lo cual es una verdadera utopía. Pero si lo hace, entonces olería muy mal. 4.- La eventual salida de Aguirre, beneficia de soslayo, al PRI. Nada más es cuestión de observar la cancha completa: en la reciente elección interna del PRD, la tribu Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), ganó la mayoría de los Consejeros estatales. El gobernador operó políticamente para obtener ese triunfo. Y esa misma operación la aplicaría desde luego, en la elección de gobernador de junio de 2015. Es decir, el escenario del triunfo perredista estaría casi cocinado para esa proceso electoral. Y también para la alcaldía de Acapulco. 5.- El ex gobernador Carlos Zeferino Torreblanca, terminó en su momento, por plegarse al PRI. Un hecho lo marcó con fuerza: la disolución de su tribu Izquierda Renovadora, creada un año después de tomar posesión –el 1 de abril de 2006-, y extinguida el 22 de julio de 2009. Y su eventual postulación por segunda vez, como candidato a la alcaldía de Acapulco, pero por el PRI, un anunció que fue hecho recientemente por el diputado federal de ese partido, Manuel Añorve Baños. Aguirre remó en sentido contrario: consolidó a su tribu IPG dentro del PRD y la ubicó en los escenarios de la competencia electoral para junio de 2015. Eso movilidad y operación pudo irritar a más de uno. 6.- La llegada de un gobernador interino a Guerrero, debilitaría sustancialmente al PRD. Y se convertiría de facto, en rehén político de todas las tribus. Desataría una crisis política que llevaría hacia un solo lado: su derrota segura en la elección de gobernador. Porque si se mira bien, con la llegada del año electoral y las crisis políticas que no cesan, las tribus deben enfrentar con aplomo, los efectos derivados de ellas. Un interino –y no se ve ninguno en el horizonte del PRD- debe tener el carácter  y el conocimiento preciso de la operación política y las relaciones de poder. 7.- La actual crisis política y la eventualidad de una renuncia gubernamental, está ligada a la inmovilidad justamente, de un gran número de las tribus. Porque ni el dirigente estatal del PRD, Carlos Reyes Torres, ni otras cabezas de tribus –como Víctor Aguirre de la UIG, Evodio Velázquez de NM, David Jiménez de GG y Sebastián de la Rosa de NI-, se han sumado ni llaman a la búsqueda de los 43 normalistas. Guardan todos, un sepulcral silencio. Como si le apostaran con ese simbolismo, a la caída de Aguirre. Solo falta que alguno de ellos levante la mano para asumirse como gobernador interino. Y eso confirmaría el nivel de su cinismo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…La renuncia del secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso, debe ubicarse en su justo contexto. Porque fue él junto con el diputado federal Sebastián de la Rosa, quienes pugnaron con fuerza para que José Luis Abarca Velázquez, fuera postulado como candidato del PRD a la alcaldía de Iguala. Todos los ex presidentes estatales de ese partido, propusieron a Oscar Díaz Bello. Pero Lázaro y Sebastián, le cerraron la puerta y la abrieron a un externo. Hoy están pagando la factura.
dragonato@hotmail.com

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