Cartas  a la Dirección 

Estimado tocayo...
Hace algunos días, asistí al panteón central  de esta capital, acompañando a mis amigos Nacho y Goyo Arcos y familia, para dar cumplimiento a cabalidad al ciclo de la vida de su querido padre el señor Arturo Arcos Tapia, persona ampliamente conocida y respetada en esta ciudad, quien supo dar ejemplo de vida  y de trabajo a sus hijos convertidos hoy en profesionistas, también estimados y respetuosos de las tradiciones de este pueblo que lo vio nacer. 
Ignacio, Nacho, como coloquialmente le conocemos, en esa tarde augusta del funeral, expresó al pie del sepulcro una verdadera elegía, conmovedora, nacida de lo más profundo del alma, la misma que arrancó lágrimas y suspiros entrecortados a los asistentes que escuchamos con atención y respeto, he aquí: 



La diferencia
Aquí estoy papá, velando tu lecho, como tú lo hacías.
Con la diferencia de que ya hace tiempo, mi vida crecía.
Tus sueños de padre se estaban cumpliendo, tenerme en tus brazos te hacia ver gigante, con tu ceño duro, pero alma de infante.
Te acuerdas papá... Yo no lo he olvidado,
Cuando por el campo tú me conducías,
Atrapando risas, cosechando estrellas,
Haciendo castillos, pero no de arena.
Fueron tantas cosas las que me enseñaste,
Que en este momento todos los recuerdos 
Se vuelven pequeños.
Aquí estoy papá, que gran diferencia,
No eres tú el que está velando mi lecho,
Soy yo el que te mira, sin poder creerlo,
Que tu vida escapa, se va de tu cuerpo,
Que impotente soy, - así yo me siento-...
Tus ojos se cierran, te me vas muriendo...
Pero no nos dejas, te quedas eterno, 
Como lo hace el sol en el firmamento...
Te quedas eterno....sereno.....
---eterno en el tiempo---.....!!!!
Ignacio Arcos.
Se agradece la publicación tocayo, recibe un abrazo y quedamos pendientes
Fco. Javier Bernabé Díaz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"1938, cuando el petróleo fue nuestro";Ahora solo en película

𝗖𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗻𝗮𝘁𝗮𝗹𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗼𝗵𝗶𝗻𝘁𝗮 𝗚𝘂𝗲𝗿𝗿𝗲𝗿𝗼 𝗔𝗽𝗮𝗿𝗶𝗰𝗶𝗼

𝗟𝗮 𝘇𝗼𝗻𝗮 𝗽𝗿ó𝘅𝗶𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗼