COLUMNA
Lectura Política
Noé Mondragón Norato
Rechazados en la UAG; tufos políticos
Conforme el reloj político avanza, las presiones crecen al interior de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG). En este carril, como principal destinatario de ellas aparece el rector Javier Saldaña Almazán. Y se entiende: su movilidad y logros académicos a poco más de un año de tomar posesión, han despertado los celos políticos de otros actores que buscan afanosamente, cerrarle el camino. Lo hacen justamente, cuando se aproxima el año electoral y Saldaña estaría en la senda de ser considerado por algunos partidos políticos, para saltar hacia la rueda del poder fuera del campus universitario. El pulso es elocuente.
RECHAZADOS CON AROMA POLÍTICO.- Desde hace cuatro días, 14 aspirantes rechazados de las áreas de la Salud en la UAG –Medicina, Enfermería y Odontología- se encuentran en huelga de hambre en el Kiosco de Acapulco. Ninguno de ellos acepta las opciones que se les han dado para continuar sus estudios. Y de ahí se abren las lecturas: 1.- En el plano nacional, la UNAM rechaza cada año a miles de estudiantes que no aprueban el examen de acceso. Es decir, el requisito fundamental para que el aspirante se quede en la máxima casa de estudios, es demostrar capacidad, conocimientos, disciplina para el estudio y talento. En la UAG, 60 aspirantes rechazados asumen que tienen todo lo anterior, pero no lo demostraron jamás con sus resultados en el examen de admisión. Y hoy buscan ingresar a la Universidad guerrerense pateando puertas. Eso significaría una sola cosa: el desplazamiento natural de aquellos estudiantes que obtuvieron una mejor evaluación. Lo cual sería absolutamente injusto. 2.- El gobernador Ángel Aguirre y el propio rector Javier Saldaña, han presentado dos opciones para ubicar a los inconformes. La primera, acomodarlos en otras unidades académicas de la UAG, pero ajenas a las áreas de Salud. La segunda, en las Universidades Tecnológicas dependientes del gobierno estatal. En ningún caso han aceptado. Y eso ya huele mal. Porque si el objetivo de la protesta consiste en no interrumpir sus estudios y ya se les abrieron alternativas para continuarlos, entonces se lee como empecinamiento y terquedad deliberados. Como si se tratara de poder de rodillas tanto al gobierno estatal, como al propio rector de la UAG. 3.- La dirigente de este grupo de inconformes se llama Margarita Martínez García. Hay tres puntos que jalan en torno a su sospechoso comportamiento: maneja un discurso relacionado con la pobreza y el status social bajo de los rechazados. Aduce en consecuencia, que “no tienen un padrino” que los respalde para ingresar a la UAG. Deja de lado lo principal: las capacidades y las competencias. Pero trata así, de generar un sentimiento de lastima y solidaridad colectiva con ese movimiento. Por otra parte, azuzó a los aspirantes inconformes para instalarse en huelga de hambre, pero increíblemente ella misma no lo hizo. Se entiende que los liderazgos encabezan y dirigen, no se limitan a observar lo que los demás hacen. Finalmente, Margarita Martínez no acepta una negociación en la que estén presentes representantes educativos del gobierno federal y estatal, sino que apela a un encuentro en lo oscurito y directamente con el rector Saldaña. Como si quisiera obtener un beneficio personal y que este no trascienda más allá de los demás actores. Y por supuesto, del que los aspirantes inconformes no se percaten. Es decir, intenta utilizarlos como carne de cañón. 4.- Como siempre ocurre con este tipo de eventos, existe un inevitable interés político que fortalece y mueve este movimiento de protesta a todas luces, infundado y fuera de todo razonamiento. Trasciende que Margarita Martínez García, intenta hacer méritos con algunos dirigentes del partido Movimiento Ciudadano ((MC) en Acapulco. O fortalecer algunos futuros proyectos de poder. Y ahí asoma la mano del ex rector de la UAG, Florentino Cruz Ramírez, quien parece decidido a entrar al proceso electoral de junio próximo. Como integrante del MC, el también ex secretario general de gobierno no le despega la vista a la alcaldía de Acapulco. E intentaría abrir negociaciones políticas por anticipado. El movimiento de los estudiantes rechazados en la UAG, llevaría esa intención. Y mientras más dure, más se le sube el precio a la negociación. Al final, los rechazados pasarán de actores a espectadores. Porque son otros lo que se van a beneficiar de su movimiento. De eso no hay ninguna duda.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Algunos columnistas de la capital del país, se muestran muy interesados por Guerrero. Unos dan por hecho postulaciones en candidaturas que todavía no cuajan. Otros, abordan el tema de la inseguridad. Pero el comentario más reciente de Carlos Loret de Mola, cimbra: el gobierno federal ya identificó a los responsables de otorgar permisos para construir en la zona de humedales de Acapulco. Y de acuerdo al columnista, la revelación de los nombres de estos actores políticos tendrá “un impacto brutal en la política partidista de Guerrero”. Ellos son: los ex gobernadores René Juárez Cisneros y Carlos Zeferino Torreblanca. Y los ex ediles de Acapulco, Félix Salgado Macedonio y Manuel Añorve Baños. A ver si es cierto.
dragonato@hotmail.com
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