COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato

 La disyuntiva de Iñaki
Los errores del procurador de justicia, Iñaki Blanco Cabrera, se le acumulan irremisiblemente. Y eso le abona con fuerza no a la procuración expedita y pronta de la justicia, sino a la marrullería deliberada. Al grosero manoseo de los expedientes judiciales. A la atención exclusiva de casos que sí puede resolver. Pero no a los que proyectan un grado de dificultad mayor. Y que llevan adherido por supuesto, el indiscutible sello político. Como el de extinto líder perredista Armando Chavarría, cuya dinámica del siniestro evento que le costó la vida, ha caído en desaciertos y frivolidades. Protagonismo y confusión. Dimes y diretes. El procurador le apuesta con ello, a su propio desprestigio. Hay puntos al respecto, que es preciso desglosar.

PROCURACIÓN DE JUSTICIA RESERVADA.- La filtración que abrió cancha a la polémica reciente, en relación a la autoría intelectual del ex gobernador perredista Carlos Zeferino Torreblanca, en el homicidio de Chavarría, se lee desde diversas perspectivas: 1.- Si desde las propias estructuras oficiales se deslizó -en la coyuntura del quinto aniversario luctuoso del inmolado político perredista-, la especie en torno a una declaración del policía ministerial, Trinidad Zamora Rojo, quien se asumió como uno de los autores materiales de ese homicidio y embarró a Zeferino, eso significa una sola cosa: la Procuraduría de Justicia no tenía contemplado ningún anuncio espectacular sobre ese escandaloso asunto al atravesar dicha efeméride. Y de no ser precisamente por la ventilación de esa revelación, el caso Chavarría no habría pasado más allá de la simple declaración del procurador de justicia, en la misma tónica de siempre y hecha costumbre por parte de las autoridades: “se está trabajando”. Aunque en los hechos no tengan nada. 2.- Al destaparse la cloaca, el procurador Iñaki Blanco se puso a trabajar. Aunque a medias. Una de sus primeras acciones consistió asumir que “una declaración no es prueba plena”. El 19 de agosto, el procurador anunció que “a la brevedad posible” citaría a declarar a Torreblanca. Y el dirigente estatal del PRD, Carlos Reyes Torres lo urgió para que actuara en el caso Chavarría y si le faltaba valor, lo conminó a renunciar. Como respuesta a lo anterior, Iñaki Blanco llamó a declarar al dirigente de la tribu Grupo Guerrero (GG), David Jiménez Rumbo. Como si quisiera con ello, mandar ciertos mensajes políticos de valores entendidos. Lo cierto es que ya terminó el mes de agosto y el ex mandatario estatal no ha comparecido. Lo anterior se percibe como una actitud que intenta salir en tibia defensa del ex mandatario estatal. Y hace quedar muy mal parado al procurador. 3.- Al correr de los días y conforme el caso Chavarría se enfría en el calendario, Iñaki Blanco asume hoy que citará a declarar a Zeferino Torreblanca “en calidad de testigo”. Y tiene razón. No hay ninguna acusación directa en su contra. Sin embargo, el punto que causa prurito está en otro lado: el procurador de justicia ni siquiera ha leído ni rescatado la declaración de Trinidad Zamora Rojo, del voluminoso expediente Chavarría. Al poner en duda la existencia de la declaración del policía ministerial y calificarla como “una filtración”, el procurador de justicia parece instalado en la ruta de no querer comprar un pleito político ajeno. Por eso habló de llamar a declarar a todos los ex procuradores que le metieron mano a ese expediente. “Nosotros vamos a llamar a declarar a todo aquel que tenga información sensible sobre el caso, llámese como se llame, ocupe el cargo que ocupe, de la A a la Z”. Paradójicamente, el nombre de Zeferino comienza con zeta. 4.- Uno de los asuntos con los que el gobernador Ángel Aguirre, legitimará su gestión en materia de justicia, es precisamente con la solución de casos políticos criminales de altos decibeles mediáticos. Por eso le ordenó al procurador de justicia Iñaki Blanco, resolver ese homicidio antes de que termine su gestión. Pero el reto político del procurador se proyecta demasiado alto y riesgoso. Incluso, podría deflagrar en el camino. Porque tiene una disyuntiva: o exonera por completo al ex gobernador Carlos Zeferino Torreblanca de las acusaciones y señalamientos que le han caído como pesadas lozas; o encuentra los elementos suficientes para condenarlo penalmente. Lo cual sentaría un precedente político en toda la entidad, pues nunca un ex mandatario estatal ha pisado la cárcel. El reloj ya comenzó a correr para Iñaki Blanco Cabrera.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Una lejana alianza electoral entre PRD-PAN no serviría en realidad demasiado al primero de ellos. El ex candidato panista a la gubernatura en 2011, Marcos Efrén Parra, decidió sumarse en el último momento, al candidato del PRD-PT-Convergencia. Y por eso no pudo medirse con exactitud el número de votos obtenidos por ese partido. Pero con apenas cuatro municipios ganados en la elección de julio de 2012,  los albiazules están imposibilitados para ofertarse con una amplía plusvalía electoral. Pero quieren encarecer la negociación.
dragonato@hotmail.com  

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