PRIMERA PLANA

Detiene la UPOEG al presunto

autor intelectual de un crimen 

Texto y fotos:Avigaí Silva.EL TEJOCOTE, Mpio. CHILPANCINGO, GRO.--Policías Ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), irrumpieron en la comunidad de El Tejocote en la sierra de Chilpancingo, para detener a señalado como el autor Vicente Adame Márquez, intelectual y material de la muerte del empresario Wilbert Hernández López, abatido en el poblado de Palo Blanco el pasado sábado.

A decir de las autoridades ciudadanas, Wilbert Hernández López se negó a pagar la cuota por derecho de piso, motivo por el que la mañana del sábado fue ejecutado por hombres armados en las instalaciones de su negocio de purificadora de agua.

Se dijo que la víctima simpatizaba con el grupo de autodefensa, además de que era hermano de uno de los comandantes de dicha organización.

Tras la muerte del empresario, la madrugada de este martes; al menos mil integrantes de la policía ciudadana desplegaron un operativo e irrumpieron en el poblado de El Tejocote que se encuentra ubicado a una hora de Chilpancingo (en vehículo), para buscar a los responsables de los hechos, de quienes se supo, se escondían en ese lugar.

Víctor Manuel Barragán Bernardino, comisario de El Tejocote, explicó que la noche del lunes un grupo de habitantes se trasladó a Mazatlán a un velorio y, durante la madrugada se enteraron que los comunitarios catearon sus viviendas y tenían incomunicadas a las familias que se encontraban en el pueblo, lo que causó preocupación, terror y molestia entre los habitantes.

A decir de los propios pobladores, la policía ciudadana irrumpió en la comunidad aproximadamente a las tres de la madrugada, sacaron de sus viviendas a las familias para reunirlas en la cancha del pueblo y posteriormente catearon las casas, pero a la vez las saquearon e incomunicaron a los habitantes, a quienes se dijo: “los tenían maniatados y a se les impidió salir de la localidad”.

Tras los hechos, los habitantes que se encontraban en Mazatlán se organizaron para que, desde las 8:00 horas de este martes comenzaran a bloquear de manera intermitente la carretera federal México-Acapulco en el kilómetro 19, a la altura de Mazatlán. La movilización era para pedir la intervención de elementos de seguridad de los tres niveles de gobierno a fin de poner orden en su localidad.

Hasta el bloqueo asta acudieron elementos de la policía federal y estatal para intentar mediar con los inconformes, pero en ese momento solo lograron acordar que los uniformados montarían una guardia en el acceso principal del poblado para evitar que el grupo de autodefensa lograra huir, en tanto se esperaba la presencia de elementos del Ejército Mexicano para ingresar a la localidad.

La vía federal estuvo tomada alrededor de cinco horas y tras la presencia de refuerzos y del director de gobernación estatal Moisés Alcaraz, así como de autoridades de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum) del estado y del Ministerio Público (MP), se permitió el acceso vehicular.

Más tarde, el gobierno del estado y federal desplegaron un operativo para ingresar al poblado y aproximadamente a las 14:30 horas, al menos 50 camionetas oficiales de policías estatales, federales, ministeriales y el Ejército Mexicano; se trasladaron a El Tejocote.

A decir de los pobladores que se encontraban retenidos por la policía ciudadana en la localidad, fue aproximadamente a las 14:00 horas cuando se les permitió regresar a sus hogares, pero continuaban incomunicados porque fueron despojados de sus teléfonos celulares.

El coordinador de la policía ciudadana del Valle de El Ocotito, Salvador Alanís Trujillo afirmó que se decomisaron algunos kilos de droga, mientras que un joven fue retenido por unas horas y posteriormente liberado porque no se le encontró culpabilidad alguna.

Tras su llegada, las autoridades del MP realizaron las diligencias de ley luego de que los pobladores interpusieron una denuncia en contra de los policías ciudadanos por haber cateado las viviendas, acusándolos de robo.

Luego, un grupo de policías ciudadanos llegó al poblado junto con Vicente Adame Márquez, señalado como el autor intelectual y material de la muerte del empresario Wilbert Hernández López, abatido en el poblado de Palo Blanco el pasado sábado.

Vicente Adame fue detenido sobre un camino de terracería que conduce al poblado de Plan Grande cuando se trasladaba en una cuatrimoto junto con dos personas más del sexo femenino.

El acusado fue trasladado a Palo Blanco donde sería puesto a disposición de las autoridades comunitarias, mientras que las mujeres fueron liberadas, según afirmó el coordinador de la policía ciudadana del Valle del Ocotito, Salvador Alanís Trujillo.

Aproximadamente a las 17:00 horas las corporaciones policiacas y autoridades comunitarias junto con el detenido abandonaron el lugar.

Cerca de la carretera federal que por la mañana fue bloqueada, habitantes de Mazatlán y El Tejocote se reunieron pero hubo opiniones encontradas, ya que mientras unos reprochaban la actitud de la policía ciudadana y acusaba a sus elementos de robo y tortura, otros festejaban la detención de una de las personas que supuestamente opera impunemente en la zona.

Cabe destacar que en los momentos en los que las autoridades de gobierno, la policía comunitaria y los pobladores se encontraron en El Tejocote, se vivieron momentos detención y hubo varios instantes de fuerte discusión entre comunitarios y pobladores, sin que el hecho haya pasado a mayores.

Algunos jóvenes de apellidos Adame mostraron las marcas de los golpes en sus cuerpos que, según denunciaron, les hicieron por la mañana los policías de la UPOEG quienes con el único argumento de que llevaban el apellido en mención, los llevaron a un cerro y los torturaron varias horas. 

En el pueblo, los policías ciudadanos mostraron respeto a los elementos del Ejército Mexicano, pero también las policías del Estado y los propios militares hicieron lo propio ante los policías ciudadanos, por lo que no se dio ningún tipo de confrontación o enfrentamiento armado. 

Los policías comunitarios accedieron a que algunos militares revisaran sus credenciales y armamento, incluso fueron formados en dos largas filas y, uno a uno fueron cuestionados y revisados de forma rápida por los efectivos del Ejército. (API).