COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato

Las locuras del poder

Un adagio es muy común e ilustrativo para aplicarse a los políticos que, con cierto poder, pierden el piso y la perspectiva de donde están parados: “a los inteligentes el poder los apendeja y a los ignorantes los vuelve locos”. Para otros, el poder es adictivo, una especie de potente droga. Porque quienes lo prueban una sola vez, se resisten por todos los medios a dejarlo. Deriva en placentero vicio. Como el alcoholismo, en enfermedad incurable. Y hay una más que retrata y desnuda por completo al común de las personas que aspiran a empoderarse: “si quieres conocer a una persona en su verdadera miseria humana, dale poder”. Todos ellos se aplican puntuales a las actuales coyunturas. Es cuestión de conectarlas.

ESCÁNDALOS DEL PODER.- Cuando el acceso al poder es sorpresivo, todo cambia en el agraciado. Comenzando por la forma de mirar, el rictus de indiferencia y el endurecimiento del rostro. Hasta la forma de caminar. En el PRD, como en los demás partidos políticos, algunos nunca estuvieron preparados para este cambio. Y cuando les llegó el poder, no supieron qué hacer con él. Por eso sus intervenciones se han medido en términos desafortunados. Rondando las fronteras justamente, de la esquizofrenia política. Y si no, ahí están los hechos que lo confirman y son tercos: 1.- En un arranque no solo de ausencia de pericia política, sino de franca locura, el dirigente de la tribu Grupo Guerrero (GG), David Jiménez Rumbo, inició una confrontación de poder en cuando menos cuatros pistas: con el gobernador Ángel Aguirre Rivero; con la tribu Nueva Izquierda (NI), que tiene en su poder la dirigencia nacional de ese partido; con la comunidad lésbico-gay agrupada en diferentes organizaciones; y con las organizaciones de feministas que empujan con fuerza para que los diputados locales aprueben la iniciativa gubernamental tendiente a despenalizar el aborto. Como la prudencia nunca ha sido su fuerte, Jiménez Rumbo pactó “una tregua política” con el mandatario estatal. Pero no ha podido lograrla con los chuchos de NI. Menos con los grupos de gays y lesbianas, quienes lo han señalado de ser “un homosexual reprimido”. Y se han metido con el GG a quien denostaron con fuerza, al grado de pedirle a la militancia perredista, no votar por los integrantes de esa tribu en las próximas elecciones del 7 de junio de 2015. Tampoco ha suavizado su relación con el bloque feminista. Es decir, el dirigente del GG se ha erigido como el único que tiene la razón de su lado. Pero el tamaño de ese disparate, se ha medido con las crisis que lo dañan profunda e irreversiblemente. Y que estarían en la senda de cercenarle la dirigencia estatal del PRD. La conclusión es obvia: su falta de cordura lo tiene metido en ese predicamento. Como se ve, la locura en política, es una realidad tangible. 2.- El dirigente de la tribu perredista Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG), titular del Consejo de Planeación para el Desarrollo del Estado de Guerrero (Copladeg) y aspirante a gobernador, Víctor Aguirre Alcaide, también perdió los estribos. Enloquecido por el influjo inmoderado de alcohol, agarró las calles del municipio de Tlapa, como si fueran autopista. En su loca carrera estuvo a punto de atropellar a varias personas antes de ser detenido por gendarmes municipales, a quienes amagó y amenazó en forma altanera. Aguirre Alcaide es apoyado en su desproporcionada y absurda idea de convertirse en candidato del PRD a gobernador, por otro polémico personaje perredista: el Señor de las Ligas y dirigente de la tribu Izquierda Democrática Nacional (IDN), René Bejarano Martínez. Y Aguirre Alcaide forma parte también, del grupo conocido como Los Cuatro Fantásticos o Malignos, quienes se repartieron la mayoría de las candidaturas en alcaldías y diputaciones locales en la elección de julio de 2012. Pero hoy y debido a sus excesos y locuras del poder, parece estar en la vía de perder una gran parte de esa fuerza al interior de las tribus. Incluso y como al dirigente del GG David Jiménez, a quien ya se la cayó la dirigencia estatal del PRD, a Víctor Aguirre también se le esfumó su aspiración por convertirse en candidato a gobernador por ese mismo partido. Porque el adagio político es real: “a los inteligentes el poder los apendeja y a los ignorantes los vuelve locos”. 

HOJEADAS DE PÁGINAS…Huele muy mal la denuncia por extorsión a los funcionarios de rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) de julio pasado. Filtraciones de buena fuente universitaria hechas llegar a esta columna, afirman que se trata de un plan político deliberado del rector Javier Saldaña Almazán, no solo para allegarse más dinero del presupuesto público, sino para tener mayor cercanía con el mandatario estatal a fin de ampliar sus oportunidades de exigírselo. Y también para que le ayude a resolver el problema de los rechazados que ya comienzan a asfixiarlo. 

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