COLUMNA
El Alacrán
¡NO ODIO A LAS MUJERES PERO YA NI LA CAGAN!
Pónganse las pilas hediondas mujeres, existen mucamas que no cuidan su personalidad, por ejemplo en el Gobierno del estado trabaja una señora que le apestan los sobacos. No doy el nombre si usted la quiere conocer en donde trabaja siga el olor de zorrillo. Existen otras en el gobierno que se colocan sus vestidos
con calzador y en color rojo bandera brillante, hasta lastiman a las niñas de los ojos, acompañados de sus zapatillas al ¡ESTILO PUTA! de plataforma, no es una moda nueva, las primero mujeres que las usaron ese calzado fueron las ¡PIRUJAS! para que me entienda las putas. Otras acémilas secretarias usan unas falditas cortitas, cortitas. Será para que el Jefe, agarre al instante la vagina o simplemente dispuestas a fornicar al instante sin tanto trapo. Hay otras mucamas secretarias que se levantan tarde y después de echarse el mañanero, nomás se lavan la carátula se alisan el pelo se perfuman, y sin lavarse el biscocho salen destapadas al trabajo, y entre olor de semen del marido y el de ella, se forma una mezcla Hedionda, parecido al balneario de Cuautla. Casi y si no todas las mujeres de guerrero usan el pantalón vaquero de $100.00 o comprado en la segunda a $30.00 al fin no se le ve la marca, y lo digo porque muchas mujeres presumidas y pendejas se compran Jeans de marca queriendo apantallar a sus amigas, me pregunto la marca la traen afuera del pantalón, enseñándola ¡NO MAMEN! viejas presumidas. Antiguamente las damas se compraban los pantalones a su ¡MEDIDA! holgadas de la sisa en donde va el “CULO” y la “VAGINA” no se les notaban los labios de la vagina y no se les metía la costura en el ¡CULO! A estas eran damas que cuidaban, su personalidad y pulcras. Ahora las nacas capitalinas se compran los pantalones entallados, que hasta la costura se les mete en el ¡CULO! como si este fuera aspiradora, me pregunto en donde quedarían sus pantaletas, adentro de su “culo o ano” Y si no me cree sea usted observador y fíjese en las mujeres, que es lo mas sabroso de este muladar mundo. Fijes, fijes, fijese. Y si estoy equivocado, miénteme la madre. Y como no tengo Madre présteme la suya.
Los Quiere Cecilio
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