COLUMNA
Entre la verdad y la ficción
Jorge Luis Falcón Arévalo
UN TROMPO A LA UÑA. SIN ANESTESIA
“Pagaran justo por pecadores” -Diálogos inconclusos entre Nerón y Nietzsche, de JLFA-
Médicos se movilizan en todo el país en solidaridad con 16 colegas acusados de negligencia; IMSS ofrece ayuda legal.
La ciudadanía mexicana, mejor guarda silencio en contra de los hombres de bata blanca, unos y bata roja, otros. Su marcha es una llamada de atención de que requieren el apoyo de la sociedad, pero. . . Lo que hizo Juan, se lo endosan a Pedro.
Los médicos de todo el territorio mexicano, hoy marcha, se juntan, se apilan, como los átomos, forman un núcleo para defender a sus colegas, a sus parnas, a sus amigos; es decir, a los de su propia especie. Saben que, su lucha no es tan fácil, ni tampoco pueden solicitar a la sociedad mexicana su apoyo; pero si de la justicia de ella, se afianzaran para lograr su cometido.
Los ven desfilar, protestar; pero, el público sabe de qué pie cojean. Unos les aplauden; otros, en la rechifla. Los más les destacan: ¡Para que vean lo que se siente matasanos! Bueno, el diccionario del mexicano es largo y tendido. Lo bueno que no hay delegados de la FIFA sancionando la marcha, pues los epítetos de ese calibre, se dejan sentir entre el respetable. Los de la bata, callan; o gritan sus consignas, para acallar los términos emanados de una sociedad que ha sentido en carne propia el desinterés y la apatía de los galenos.
Los medios masivos de comunicación destacan en sus líneas digitales e impresas, lo que agentes e infiltrados señalan: Al grito de "Somos médicos, no somos dioses ni criminales", unas 5,000 mil personas, de acuerdo a fuentes policiales (12,000, según los organizadores). Bueno las cifras siempre tendrán esas tendencias, pero lo real del caso, es el pecado que habrán de sentir en estos días. Lo demás es parte de la trama existencial: Los tendrán en el paredón. Digo.
El máximo castigo para los entenados de Hipócrates, es “"De acuerdo a la Ley Federal de Responsabilidad de Servidores Públicos, al estar sujetos a un procedimiento se castiga con el cese de su cargo". No más. Ellos pueden matar, y en el acta defuntoria, “aclaran” cualquier acción. Total la impunidad viene vestida de blanco.
Galenos, cirujanos, clínicos o como se les quiera llamar; que en menos de un año, cuentan con casa y jardín, autos y una bondadosas cuenta bancaria. ¿Quién los cuestiona? ¿Tendrán conciencia? ¿Espantan cigüeñas? ¿Matan en silencio, porque apatía en su trabajo? ¿Todas, todos o unos cuantos?
Bien veremos qué pasa con estos ¿sicarios de la medicina? De cualquier institución médica, ante la andanada que apenas empieza de acusaciones.
Mientras tanto, recordemos lo que en alguna ocasión dijo Hipócrates: “La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el juicio, difícil”
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