COLUMNA
¿Tu también Pedro?
Ave de tempestades, el político priista Pedro Joaquín Coldwel se encuentra una vez más, amenazado por el juicio de la opinión pública, y una vez más, parece contar con el respaldo de los caciques de su partido, que como otras veces, lo pondrán a salvo.
El escándalo que ahora lo pone en las portadas de los periódicos y en los noticieros televisivos, es su cargo como Secretario de Energía, el cual le da grandes ventajas para sus negocios personales y de su familia, en sus suculentos negocios de la gasolina.
Pero ahora sí parece que “se lo van a empinar”, porque el daño que está acarreando a su partido, es demasiada porquería en la comprometida situación en que se haya el Partido Revolucionario Institucional (PRI). De pilón, “la caballada está muy flaca” para las próximas elecciones. Cualquier candidato priista que usted nombre, o está muy “quemado”, o carece de un perfil que atraiga simpatías.
Coldwel alega que nunca se ha enriquecido con los puestos que ha tenido, lo cual es un insulto a nuestra inteligencia, viniendo de cualquier priista. También dice que siempre ha actuado con transparencia, lo cual nos recuerda el dicho de Don Jesús Reyes Heroles, quien se adornaba con la expresión “democracia transparente” que él inventó. Hasta que la oposición le contestó que de tan trasparente, no se veía.
Pedro Joaquín Colwel es el mismo personaje nefasto que insultó a los jóvenes y a ñlos estudiantes del país, con lo que provocó el surgimiento del movimiento “Yo Soy 132”, que estuvo a punto de hacer naufragar la campaña de Enrique Peña por la presidencia del país.
Es el mismo que comportándose como un potentado o una bestia, en las elecciones de 2012, llegó escoltado por media docena de guaruras a la casilla electoral especial ubicada en la Estación Buenavista del Tren Suburbano, donde le tocaba votar. Sin importarle que hubiera vecinos que estaban haciendo fila desde las 7 de la mañana, él se dirigió de inmediato hasta el frente para emitir su voto.
Poco valieron las protestas de los ciudadanos, pues quien en ese entonces era Presidente del PRI nacional estaba bien resguardado por agentes armados, que inclusive se dieron el lujo de insultarlos diciéndoles “jodidos” ¿Y los “funcionarios de casilla”? bien, gracias, se comportaron como sirvientes del arbitrario cafre.
Los dirigentes opositores y las huestes perredistas le gritan ¡corrupto!, pero ese adjetivo ni siquiera es un insulto para al viejo cacique, que siempre ha sido protegido por las autoridades y por los ministerios públicos. Ninguna denuncia en su contra ha prosperado, a pesar de que sus argumentos y su defensa son de lo más infantil.
Dice el señor que sus propiedades y acciones en gasolineras las adquirió antes de que fuera secretario de energía. Pues esa es precisamente la cuestión, nadie en su sano juicio puede darle a cuidar un gallinero a un coyote. Y también se refiere a una vieja práctica a la que llama “ataques mediáticos”; y cree que los mexicanos no sabemos que esas son precisamente las viejas prácticas priistas, dueñas de facto de las empresas, como prensa, radio y televisión.
Como presidente del PRI nacional, Pedro Joaquín Coldwel realizó los más sucios tratos, con tal de que ganaran sus candidatos. Por ejemplo, en Michoacán las pandillas priistas se dedicaron a intimidar a quienes quisieran contender para la gubernatura, entre quienes estaba Luisa María Calderón (Cocoa) hermana del Presidente Felipe Calderón.
Para dar más fuerza a su estrategia de intimidación, pidieron a La Familia Michoacana y a Los Caballeros Templarios que le hicieran algunas llamadas ¿Cómo pueden ponerse de acuerdo los priistas con las organizaciones criminales? Como sea, la Cocoa desistió de ser candidata, y ni su hermano el Presidente pudo hacerla fuerte. Pero como el fin justifica los medios, la operación fue un éxito y Fausto Vallejo fue gobernador.
Así es el Nuevo PRI, así “han aprendido de sus derrotas los priistas”, así están moviendo a México. Solo queda la pregunta: ¿De quién es la mano que mece la cuna de Pedro Joaquín Coldwel?
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