COLUMNA

Resquicio Político

Hipólito Marbán

 PROCURADURIA DE JUSTICIA:SIN PROCURAR JUSTICIA

   Iñaki Blanco Cabrera, hasta convoca rueda de prensa para jactarse del rescate del empresario hotelero Rigoberto Payan Mejía, dándose el lujo de acusar al controvertido grillo Pioquinto Damián Huato, tildándolo de mentiroso y de querer llevar agua a su molino, cuando lo cierto es, que con el rescate con vida del padre de la delegada de turismo de la zona centro Yamilet Payán  Sánchez y militante activa del Partido

Movimiento Ciudadano, la procuraduría le pasó como el burro que tocó la flauta, cuando es fecha de que no dan con el paradero del exalcalde de Tlapa de Comonfort, el priísta Willi Reyes Ramos, acusado de ser el autor intelectual del homicidio perpetrado en la humanidad del diputado federal priista Moisés Villanueva de la Luz, así como el esclarecimiento del homicidio de quien fuera presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso del Estado Armando Chavarría Barrera, y párale de contar que el espacio no alcanzaría para nombrar a demás agraviados que siguen esperando se les procure y administre justicia, sin contar con los desaparecidos de gente común, la procuraduría no puede presumir de buenos resultados ni echar las campanas al vuelo, cuando en este sistema inquisitivo mixto, las agencias de los ministerios públicos siguen hundidas en el fango de la corrupción cobrando para iniciar querellas, agentes adscritos a los juzgados haciendo su agosto con las fianzas, sentencias sin apelar, peritos cobradores de servicios, ministeriales mendingando para la gasolina, un caos para quien sea agraviado, calvario que no termina, Blanco Cabrera, no ha podido limpiar la casa, una contraloría interna cómplice de los funcionarios acusados, la inamovilidad de agentes titulares a logrado crear intereses económicos entre los distritos de adscripción, la purga y castigo al mal funcionario, una falacia, Iñaki Blanco Cabrera, solo palos de ciego, en casos aislados como el del diputado Olaguer Hernández Flores y el empresario hotelero, las declaraciones vertidas en Acapulco, solo dejan entrever su desesperación en ser parte de los reflectores políticos a miras de la sucesión constitucional del dos mil quince, en dicha rueda de prensa omitió hablar de los videos presentados por el empresario Chilpancingueño Damián Huato, quien acusa a los mismos gendarmes nacionales de delincuentes, cuando es obligación constitucional de la Procuraduría de Justicia  investigar de oficio dichos argumentos, no se necesita denuncia para ese caso, la misma ley establece sanciones para quien falsee datos y evidencias jurídicas, Blanco Cabrera olvida sus obligaciones constitucionales o de plano es ignorante de sus facultades legales?, hoy aun el Ministerio Público sigue siendo legalmente una institución de “buena” fe, con la reforma al sistema penal oral acusatorio desde dos mil ocho, todas las entidades federativas tienen de plazo hasta en Junio del dos mil dieciséis para estar en armonía con el código penal único aplicable en todo el país, donde la figura de buena fe, que hoy goza la el ministerio público desparece, por lo que dicha imputación deberá demostrar teniendo la carga de la prueba, prevaleciendo el in undubio pro reo, la presunción de inocencia,  y ante tanta incapacidad legal de iniciar averiguaciones previas, solucionándolas con formatos ya establecidos, será muy pero muy difícil poder elaborar el expediente de investigación en contra del imputado, y todo ello en agravio del gobernado que acuda a que se le procure justicia, si actualmente la procuraduría teniendo la aun figura de “buena” fe, da palos de ciego y toca la flauta, no procura justicia, después con el nuevo sistema penal oral acusatorio, menos podrá procurar y pedir que se le administre justicia al agraviado, el lugar de que Iñaki Blanco presuma de ser el descubridor del agua tibia, se ponga a limpiar la casa de tanto lucrador que tiene en las diferentes agencias del ministerio público, actualice a sus mismos investigadores, porque en el dos mil dieciséis, ya las imputaciones no serán de mero formato ya elaborado.