COLUMNA
Pantalones jeans
Apolinar Castrejón Marino
Hay muchas ideas que son buenas, pero algunas lo son más. Tal es el caso de los pantalones de mezclilla llamados Jeans. Se trata de una prenda que usan tanto los hombres como las mujeres, los rocos y los pobres la gente de color claro y la de color oscuro.
Casi todos tenemos algunos jeans, pero pocos sabemos que el 20 de mayo de 1873 Ley Strauss registró su invento: el pantalón de lona suave y dúctil de color azul, de costuras ribeteadas, y reforzada con remaches de cobre, al que llamó pantalón vaquero estilo jean.
Aunque fue registrado como vaquero, los primeros en utilizarlo fueron los mineros de California. El empresario Levy Strauss era fabricante y distribuidor de prendas de vestir en ese Estado dela Unión Americana y uno de sus clientes era su paisano judío Jacob Davis.
Davis le compraba grandes cantidades de pantalones, los cuales a su vez comercializaba en las regiones apartadas de California. Entre sus clientes estaba los mineros del oeste norteamericano. Ellos se quejaban constantemente, que los pantalones les duraban poco tiempo, en vista de lo rudo de su trabajo.
Como eran buenos clientes, Strauss y Davis trataron de resolver la situación de los mineros. Entre los dos, decidieron probar a hacer unos pantalones con los sobrantes de lona de la fabricación de tiendas de campaña. El prototipo quedó muy bien y decidieron darle un acabado particularmente cómodo y funcional.
Mandaron fabricar una tela más gruesa de las que había en el mercado. Era de algodón con un tejido de guías de color blanco, y delgados cordeles de color azul transversales. La visión periférica nos indica que se trata de una tela de color azul, pero en realidad, el color blanco de las guías siempre está presente. Por este motivo. Los jeans combinan con blusas y camisas de casi cualquier color.
El primer modelo se realizó conforme a los estándares de la ergonomía, es decir, de las medidas estilizadas del cuerpo humano y del funcionamiento de las extremidades. Los fabricantes de la época, creían que para hacer los pantalones no era necesario tomar en cuenta el movimiento de los brazos al caminar (¿?).
En las mujeres, los brazos tiende a apartarse de las caderas, a partir de los codos: caminan con las manos hacia afuera. Los hombres caminan con los codos hacia afuera, y las manos se acercan bastante al cuerpo, a la altura de las caderas. Al caminar balanceando los brazos, indefectiblemente las manos rozarán con las costuras del costado del pantalón ¿La solución? Que las pestañas de las costuras fueran recargadas hacia atrás. Así las manos se deslizarían con suavidad. De hacerse este detalla, las manos tropiezan con la costura a cada paso.
El corte era con la cintura más alta, las bolsas frontales vaqueras, y bolsas traseras exteriores (de parche), para el pañuelo. En la boca de la bolsa delantera colocaron una bolsita más pequeña para las llaves y las monedas, o cualquier “menudencia”.
El cierre y los botones eran de latón reforzado, con acabado de cobre. En la base de la bragueta y la entrada de las bolsas se reforzaría con remaches del mismo material. Se reforzaron todas las costuras y al costado de las piernas se realizó una costura con las pestañas ocultas.
El impacto de esta prenda, rebasó los niveles sociales, pues aunque se inventaron para el trabajo rudo, pronto se convirtió en prenda de moda entre las mujeres y entre la clase adinerada.
Levy nación en Baviera (Alemania) el 26 de febrero de 1829. En 1847 emigró a los Estados Unidos para reunirse con unos familiares y en 1853 llegó a California donde se estableció con un negocio de bonetería. Excelente administrador, pronto amplió su negocio, hasta llegar a su brillante idea de los Jeans que ya revisamos.
Comentarios
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.