ARTICULO

El arte de gobernar

Cesar González Guerrero

La mayoría de los pueblos, de los aproximadamente 200 países del mundo, están gobernados por seres humanos que, de humanos solo tienen el nombre, ya que en la realidad varios son calificados como inhumanos y esto, se puede observar desde el que gobierna una localidad o pequeña comunidad, hasta el que gobierna las naciones más pobladas y desarrolladas del globo terráqueo. 

Los conflictos sociales, inclusive las guerras y la calidad de sus gobiernos,  que padecen cada una de las sociedades, no importa el color o religión, como tampoco la ideología, son el claro ejemplo de lo que es, y ha sido capaz, el ser humano, por llegar a gobernar y dominar.

Durante todo el proceso histórico del desarrollo de las sociedades, desde el surgimiento del hombre, y en cada una de las etapas: antigua, edad media, moderna y contemporánea, la característica ha sido la misma, mantener la hegemonía de una persona sobre los demás, los signos políticos varían pero no el arte de gobernar.

La mayoría, utiliza los medios violentos y otros disfrazados de democráticos, al final los gobernados sufren las consecuencias del abuso del poder que, por ignorancia o simples omisiones, promueven una gran diversidad de errores y fallas en la aplicación de políticas públicas.

Y, en cada una de las acciones de gobiernos, va implícita la calidad y capacidad de los miembros de los poderes establecidos legalmente y, en algunos casos, hasta la misma indiferencia ciudadana, se vuelven cómplices de una gran cantidad de problemas que afectan a la mayoría de los ciudadanos. Los ejemplos son interminables, y las justificaciones mucho mas.

Pero ese no es el problema, el problema es que, no obstante tantas experiencias, no se han logrado mantener la gobernabilidad y la estabilidad social. Aun se encuentran graves deficiencias que se traducen en miseria, subdesarrollo, marginación y violencia.

Las teorías del desarrollo, los modelos económicos, las doctrinas económicas y políticas, no han logrado cumplir sus propósitos, al contrario, tal parece que se complican mas las posibles soluciones. La experiencia de los bloques económicos, capitalista y socialista, aun persiste y, la llamada tercera vía no se ve como la mejor opción.

Aunque parece que es el hombre y no el sistema, el responsable de todos los males, aun puede haber una esperanza si ese ser humano logra mantener una sociedad con menos problemas, aplicando su inteligencia y capacidad racional. 

Esto sería precisamente saber gobernar, y esto significa que para hacer las cosas bien se requiere de mucha imaginación positiva, pero también de mucha capacidad para saber lo que se debe hacer.

Los que saben de arte, saben perfectamente bien que, también para gobernar, se necesita tener el don del arte. Nuestros gobernantes deben aplicar las disciplinas filosóficas de mayor contenido filosófico como la estética y la ética, como componentes de la cultura que trasmite ideas y valores. Ya veremos