COLUMNA
Entre la verdad y la ficción
Jorge Luis Falcón Arévalo
LAS TORMENTAS NATURALES DE “INGRID” Y “MANUEL”, CAJAS DE PANDORA.
Los meteoros atípicos de las impetuosas lluvias que se cernieron sobre el territorio de Guerrero, fueron factor para revitalizar al Partido revolucionario Institucional (PRI). Entre algunos al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien se ha convertido en el factor de importancia para que Guerrero, surja como una entidad con otra imagen.
Ha brindado todo su apoyo. La duda no cabe que ha sido persistente en su andamio económico y respaldo moral para con los presidentes de los municipios más afectados y deteriorados en su estructura habitacional.
Factor de coordinación Angel Heladio Aguirre Rivero, aunque abanderado del PRD, no deja de ser un mandatario de todos, para estar en cada uno de las comunidades deterioradas por la furia de la naturaleza en ese par de tempestades.
Pero también, las impetuosas aguas anegó las personalidades de los alcaldes de Chilpancingo, Acapulco y Coyuca de Benítez, que los mostró impreparados y desligados de la sociedad gobernada. Desnudó su sistema de gobierno y puso al descubierto la mal administración tanto en albergues, como en la sana repartición de despensas, ropa y medicinas. Es decir, no hay un plan de gobierno ante estos imprevistos, ni la coordinación con Protección Civil Nacional.
Lo precario e inestable de sus oficinas de medios de comunicación colapsó, como márgenes de río y fueron inundados por la impericia y la ineficiencia para poder poner en práctica los planes del manejo crisis o de la comunicación para con la población. Y, más allá de ello, las redes sociales (twitter y facebook) han dado cuenta de que los gobiernos mencionados, siguen –como Tixtla- en el agua de la incertidumbre, el titubeo y la irresolución.
De no ser por el auxilio, el respaldo y coordinación del ejército nacional y el poder federal, estos municipios aún estarían encharcados en los dimes y diretes de entre secretarías y oficinas de protección y auxilio. Pese a ello, se han instrumentado planes hoteleros, por los propios dueños y administradores de estas hospederías para lograr levantar en el ánimo turístico al puerto de Acapulco.
Más de ocho ocasiones el presidente de México, Peña Nieto, ha arribado a Guerrero, no tan solo como parte de un gobierno solidario, sino por humanidad, ha subido a la sierra y a dispuesto apoyos enormes económicos y materiales que a través de Sedesol federal, habrán de aplicarse. Pues incide mucho en su política de la transparencia en la aplicación de un Guerrero siempre saqueado por este tipo de desastres, teniendo como ejemplo claro el Huracán “Paulina”. Hoy pone su mano, pero también el brazo de la Ley, para quien manosee o desvié el dinero a los desvalidos y damnificados.
Debemos recordar que tanto Enrique Peña, como Ángel Aguirre, son gobierno y como tal se han comportado con todos y ante todos, sin distingo de partido político. Y, eso, habla bien de ellos.
No como los otros, que se acercan con despensas y con el consabido susurro: ¡apóyame en las urnas, compa! *GradoCero_Gro
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