PRIMERA PLANA
Crónica desde la Montaña I.
Jaime García Leyva.--La Montaña de Guerrero, territorio histórico de los pueblos Na Savi, Nahuas, Mephaa, es hoy el escenario de un drama social, zona de desastre y de emergencia humanitaria.
La región se integra por 19 municipios mayoritariamente indígenas donde la tormenta “Manuel” ha causado serios daños a las vías de comunicación, casas, escuelas, caminos, carreteras y hasta estos momentos no se han cuantificadas las pérdidas humanas ni materiales debido a que los municipios de la zona alta están incomunicados.
Las labores de rescate, prevención y apoyo han recaído en la sociedad civil, las autoridades comunitarias, comisarios, ediles, policía comunitaria y la gente que se está organizando para apoyar a los damnificados.
En la radiodifusora XEZV La Voz de la Montaña, en los corredores del Ayuntamiento de Tlapa, en la plaza principal y algunas escuelas se han instalado centros de acopio de víveres.
El escenario es desastroso. La zona agrícola que va desde Copanatoyac, Atlamajalcingo del Río, Tlapa, Tlaquiltzinapa, Atlamajc, Ixcateopan, Apoyeca, Tecoyo, San Pedro, Tlaquiltepec, Santa Cruz, Buenavista, Conhuaxo, Tlaltquetzala, Huamuxtitlán y Xochihuehetlán quedó devastada por la creciente de los ríos.
En la zona baja puentes como el del Zopilote que comunica a Santa Cruz y Huamuxtitlán fueron derribados por la creciente. En ese mismo lugar la Laguna de Huamuxtitlán se desbordo e impide el paso. Quienes atraviesan esa parte es por medio de algunas “lanchas”.
En las zonas bajas el agua llegó a tener una altura de 3 hasta 5 metros. Hay escuelas y casas que fueron dañadas seriamente. Las carreteras están con derrumbes e impiden el paso de vehículos.
La ruta Tlapa a Puebla está en reparación. En Atlamajalcingo del Río y Copanatoyac el agua arrasó con la carretera. Ya hasta hace unas horas seguían los trabajos para comunicar a la gente y tener salida de Tlapa a Chilpancingo.
Tlapa, el principal centro regional y económico, se vío afectado por la creciente de los ríos y barrancas. Hubo deslaves, vehículos arrastrados, casas derribadas y damnificados de varias colonias. Se han instalado unos refugios temporales en la Casa Catolíca y otros lugares.
Los alimentos empiezan a escasear, la gasolina se ha acabado. Los bancos no funcionan. El precio de los productos básicos se ha incrementado. No hay un plan de contingencia ante tal adversidad. No la hubo. No se difundió masivamente el impacto del meteoro. No se informó. Desde los pueblos más alejados empieza a bajar la gente para decir sus testimonios y de las afectaciones.
En la carretera que va de Tlapa a Marquelia hubo deslaves y derrumbes que impiden el acceso a esa parte. Numerosos accidentes y pérdidas. Muchas comunidades están incomunicadas. Sin alimentos y sin agua potable.
Por la ruta que va de Tlapa a Acatepec fueron afectados varios puentes dejando incomunicados a los pueblos Me´phaa. Poblaciones como La Unión de las Peras están con sendos derrumbes. La zona cafetalera de los pueblos Me´phaa en Iliatenco, Malinaltepec, Acatepec y Tlacoapa ha sido seriamente dañada así como los cultivos de maíz.
Hay poblaciones de donde no se tiene ninguna información. La cabecera municipal de Tlacoapa la creciente del río arrastró casas y derribo un importante sector poblacional. Hay solo datos aislados que algunos habitantes mencionan y que ante las inclemencias han tenido que caminar horas y días paras arribar a Tlapa y salir a decir lo que pasa en sus poblaciones. La ayuda gubernamental no se ve.
La región está en el olvido. Y no hay datos de que se esté realizando alguna acción de apoyo. Por la ruta que cubre de Tlapa a Metlatónoc y Cochoapa, la carretera se interrumpe a partir de Igualita, una población que junto a Alpoyecancingo son de sembradíos que fueron arrasados por el agua. A partir de ahí la carretera se encuentra en malas condiciones e inaccesible.
Esta carretera es la que conduce a los pueblos del municipio más pobre del país: Cochoapa El Grande. No hay comunicación y algunos señores y autoridades han logrado bajar a Tlapa, caminando, transbordando, a pie o a lomo de animales de carga: indican que la lluvia dejo muy mal, las casas se cayeron y no hay que comer. El drama social se hace más grande. La lluvia echo a perder el maíz y los sembradíos. Los caminos en malas condiciones. Y la incertidumbre crece entre la población de las zonas altas que fueron las más afectadas.
Después de la tormenta se empiezan a hacer los recuentos. En los municipios ubicados en las partes altas no hay brigadas médicas, no hay medicamentos, alimentos, y la ayuda no llega. La maquinaria para arreglar las vías de comunicación está inactiva. Y la iniciativa de salir adelante está recayendo en la propia población de la Montaña. Los reflectores se encuentran dirigidos a los centros urbanos. Pero el panorama del desastre en Guerrero es más amplio. Y la Montaña sigue estando en el olvido.
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