PRIMERA PLANA
Capturan militares
líder de Los Rojos
Ezequiel Flores Contreras, CHILPANCINGO, GRO., (proceso.com.mx).- Los cuerpos descuartizados de tres hombres y una mujer fueron encontrados esta mañana en el interior de un automóvil abandonado en las inmediaciones de la aeropista de esta capital.
Este hallazgo ocurre un día después de que el Ejército detuviera al jefe del grupo delictivo “Los Rojos”, Leonor Nava Romero, “La Garra”, junto a dos de sus escoltas en el vecino poblado de Zumpango, municipio de Eduardo Neri.
La pandilla de” Los Rojos” es un remanente del extinto cártel de los hermanos Beltrán Leyva, que opera en la región Centro y parte de la Sierra bajo el manto protector de autoridades locales. Se les atribuye la ola de secuestros, asesinatos y extorsiones que tienen asfixiada al sociedad y colapsado el sector productivo de la capital guerrerense.
Reportes oficiales indican que a las 08:40 horas se recibió una llamada anónima en el teléfono de emergencia 066, en el que se alertó de un vehículo abandonado en la calle Llano Largo de la colonia Hermenegildo Galeana, al norponiente de esta capital.
Autoridades ministeriales, policías estatales y soldados del 41 batallón de Infantería arribaron al lugar ubicado en las inmediaciones de la aeropista, donde encontraron un automóvil modelo Nissan Sentra color dorado con placas MEV-8697 del Estado de México.
Al interior de la unidad fueron hallados los cuerpos de cuatro personas descuartizadas dentro de bolsas negras colocadas en el asiento trasero y en el porta maleta de la unidad.
Personal de la procuraduría estatal informó que los cadáveres corresponden a tres hombres y una mujer que estaban decapitados y cercenados de piernas y brazos.
Los restos humanos fueron trasladados al servicio médico forense al sur de esta capital y hasta el momento se desconoce la identidad de las víctimas.
Este hecho advierte un recrudecimiento de la violencia en Chilpancingo tras la captura del líder de “Los Rojos”, registrada tres días después de que una célula al servicio de este grupo atacara un convoy militar en las inmediaciones del poblado serrano de Chichihualco, municipio de Leonardo Bravo, donde oficialmente murió un soldado y un civil, mientras que cuatro presuntos agresores fueron detenidos y se decomisaron 12 armas de fuego, cartuchos y equipo de radiocomunicación.
Fuentes consultadas por Proceso refieren que el líder de “Los Rojos” fue trasladado a la sede de la 35 Zona Militar con sede en esta capital y hasta el momento autoridades castrenses y gubernamentales no han emitido un comunicado oficial sobre este hecho.
“La Garra” asumió el mando esta pandilla tras la ejecución de su hermano, José Nava Romero, “Don Ché”, quien fue asesinado al interior de un palenque la madrugada del 16 de junio en San Andrés Cholula, Puebla.
Durante estos tres meses, representantes del sector productivo de Chilpancingo denunciaron un recrudecimiento de extorsiones, secuestros y asesinatos en la capital guerrerense y reprocharon la criminal indolencia gubernamental.
Incluso, el dirigente empresarial Pioquinto Damián Huato denunció públicamente que la policía municipal de Chilpancingo estaba al servicio de este grupo criminal y detenía a jóvenes que eran trasladados al vecino poblado de Zumpango donde los delincuentes decidían si los mataban o exigían dinero a sus familiares a cambio de liberar a las víctimas.
También, dirigentes del sector transportista denunciaron que desde diciembre opera una red de más de 200 “narcotaxis” en esta capital donde se han reportado agresiones sexuales contra mujeres, robos contra pasajeros y asesinatos de choferes de estas unidades que circulan impunemente en Chilpancingo.
A pesar de las denuncias públicas y los crímenes que tienen aterrorizada a la población, las autoridades han sido omisas en actuar para revertir esta situación de violencia e impunidad.
Al respecto, el alcalde priísta de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, rechazó asumir una actitud indolente frente a la delincuencia, e ironizó “no soy Batman, Superman o el Llanero solitario” para combatir solo al crimen.
Mientras que el procurador de Justicia, Iñaki Blanco, y el secretario de Seguridad Pública estatal, Sergio Javier Lara, justifican su inoperancia argumentando que la ciudadanía simplemente no denuncia los delitos, por lo tanto no pueden actuar.
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