COLUMNA

El Grillito Sin Censura


Alfonso Cerdenares Domínguez

 --El valor de la lealtad.--Ángel Heladio Aguirre Rivero prometió gobernar con las ideas de la izquierda.--Aquel que no es leal abandona el barco cuando comienza a hundirse.

 Hay gente que no tiene ni la más remota idea de lo que es la lealtad, uno de los valores esenciales de la sociedad que debiéramos de practicar diariamente; ser leal no significa ser corrupto, ni practicar el compadrazgo ni el influyentismo; ser leal es apoyar al amigo, al compañero; ser solidario con alguien que comparte un espacio dentro de la colonia, la cuadra, la manzana e, incluso, el mismo edificio de algún condominio; de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, “la lealtad es un valor que básicamente
consiste en nunca darle la espalda a determinada persona, grupo social y que están unidos por lazos de amistad o por alguna relación social, es decir, el cumplimiento de honor y gratitud; la lealtad está más apegada a la relación en grupo”; sin embargo, a muchos se nos olvida ser “siempre leales”, como a Carlos Zeferino Torreblanca Galindo que, pese a que el pueblo de Guerrero votó y confió en él, finalmente le dio la espalda y gobernó al lado de priístas; lo mismo ha ocurrido con Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien prometió gobernar con las ideas de la izquierda, pero se plegó ante la “guapura” del ignorante muñeco de plástico, Enrique Peña Nieto, lo cual conlleva a que los guerrerenses se vean inundados de “sospechosismo”; por lo general, aquel que no es leal abandona el barco cuando comienza a hundirse, cuando algo comienza a salir mal y deja de apoyar a quien lo impulsó o ha estado con él siempre; eso ocurre en todos lados y como seres humanos, eso es de lo más natural, cada quien ve por sus propios intereses, practicando el “yoyismo”: yo, siempre yo y nadie más que yo; la lealtad tiene que ver con el sentimiento de apego, fidelidad y respeto que nos inspiran las personas a las que queremos o las ideas con las que nos identificamos; los que son leales poseen un alto sentido del compromiso y ello les permite ser constantes en sus afectos y cumplidores de su palabra; hay muchas cosas que inspiran lealtad y la merecen: los seres queridos, los amigos sinceros, la pareja amorosa con la que se comparte la vida, la institución en la que se estudia o trabaja y la patria a la que se pertenece, se cuentan entre las más importantes; eso mismo ha ocurrido en la Escuela Primaria “Gral. Lázaro Cárdenas”, de la Col. Electricistas de Chilpancingo, donde varios padres de familia abandonaron el barco; sea por comodidad o por deslealtad, decidieron cambiar a sus hijos de escuela cuando se enteraron que se laboraría en el turno vespertino en un edificio prestado; para nosotros eso fue desleal, pues juntos tomamos la Avenida de los Insurgentes con el fin de que las autoridades gubernamentales nos hicieran caso, pues el plantel escolar estaba seriamente dañado por los sismos; ahora, cuando el gobierno ya construye un nuevo edificio, la mayoría se quedó, sufriendo las inclemencias del horario y del tiempo, pero hubo algunos que decidieron irse y seguramente tendrán la intención de retornar cuando ya se tenga una escuela con sus 17 aulas, su Sala de Medios, su Biblioteca Escolar y los demás anexos de los que se carecía antes del “movimiento”; tal vez no podremos negarnos a recibirlos, pero sí sabremos que son los que huyen cuando el barco se está hundiendo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com

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