COLUMNA
El Grillito Sin Censura
Alfonso Cerdenares Domínguez
--Dagoberto Márquez Ocampo, un ser reaccionario.--Su actitud va a retardar la obra de reconstrucción de la Escuela Primaria “Gral. Lázaro Cárdenas”, ubicada en la Col. Electricistas.
Indudablemente, todo aquel que ha pretendido ser luchador social, pero que no tiene conciencia de lo que es vivir en sociedad, en comunidad con sus semejantes, aparte de ser una persona radical, intolerante, extremista, intransigente o sectario, cuando logra sus magros intereses, se vuelve entreguista, belicoso y reaccionario con la misma sociedad, contra el mismo pueblo; todo esto viene a colación al darnos cuenta de la actitud de aquel señor que conocimos hace años, cuando nos solidarizamos con su lucha contra Liconsa,
de donde, según él, había sido despedido de forma injustificada; nos referimos a don Dagoberto Márquez Ocampo, quien por ese motivo se pusiera en huelga de hambre en el zócalo de Chilpancingo, exigiendo su reinstalación; en ese entonces, el señor pedía el apoyo de la ciudadanía, pero el mundo y el tiempo dan vueltas; ahora, el señor se ha vuelto reaccionario y se opone a la construcción del edificio de la Escuela Primaria “Gral. Lázaro Cárdenas”, ubicada en la Col. Electricistas, al norte de Chilpancingo, presuntamente porque la constructora encargada de la demolición de la estructura hace un ruido insoportable; estamos de acuerdo con esa observación, el ruido, para la gente que vive en las cercanías del edificio escolar que está siendo demolido, debe de ser inaguantable; sin embargo, los trabajos se realizan durante el día, no durante la noche; ahora mal, Márquez Ocampo ha asegurado que ha interpuesto una demanda penal ante la Procuraduría General de la República, en contra de quien resulte responsable, enjaretando presunción de delitos federales, pues para él es “sospechoso” que se esté derribando un edificio que no tiene mucho tiempo de haber sido construido; lo peor de todo, es que este sujeto y anárquico de marras, lo único que va a lograr –en caso de que la autoridad haga caso de su “denuncia” –es el retardamiento de la obra, misma que va a beneficiar a la comunidad escolar; es decir, si los trabajos de reconstrucción del plantel estaban programados para realizarse en seis meses, por esta actitud obcecada de Márquez Ocampo, la obra se va hacer en ocho y hasta en diez meses; la actitud del “señor” no tiene razón de ser; primero, porque fue toda una noticia, que se dio a conocer a nivel nacional, sobre el mal estado en que se encontraba la estructura del edificio escolar, dados los sismos ocurridos el 10 de diciembre de 2011, el 20 de marzo de 2012 y el 15 de junio pasado; de ahí que los padres de familia de los alumnos que asisten diariamente a la escuela decidieran salir a bloquear la Avenida de los Insurgentes , pues ya había una gestión previa ante las autoridades para que se reconstruyera su edificio; es más, hace un tiempo, estuvo exhibiéndose el proyecto, el plano de construcción de la institución que consiste en dos edificios de dos niveles cada uno; si Márquez Ocampo, como él lo dijo, forma parte del Comité de Desarrollo de la Col. Electricistas, ¿cómo es posible que no se enterara de que habría que hacerse la susodicha obra?; definitivamente, éste émulo de luchador social no está en sus cabales, además de que la obra fue “ordenada” por el gobernador del estado, cuya administración giró un boletín oficial, el 18 de junio pasado, donde daba a conocer la autorización y la prontitud con la que se iba a realizar la multimencionada obra; en fin, esperemos que ese retrógrada sujeto no se salga con la suya y, en lo futuro, la colonia, “su colonia” tenga el privilegio de disfrutar un nuevo edificio escolar de su histórica institución educativa, esperando que los niños de ese asentamiento humano que no van a ese plantel, ahora sí, vayan y que sus padres –no todos, claro está –ya no los manden a las escuelas privadas que se encuentran en las cercanías y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com
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