PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA


Ecocidio al río tlapaneco: aguas
 negras y extracción de pétreos 

—Descargas de aguas negras y la sobre explotación afectan el afluente de la zona
—Victoriano Wences Real, cabildo y funcionarios cómplices de los depredadores

 Texto y fotos: Javier Francisco Reyes.TLAPA DE COMONFORT, GRO.—Con la complicidad en primera instancia por el Ayuntamiento petista y segunda, el gobierno estatal perredista,  se está cometiendo un verdadero ecocidio con el Río Balsas, a su paso, por esta zona, como el tlapaneco como parte de sus 771 kilómetros de longitud del centro del país, enmarcado dentro de lo que se considera la Sierra Madre del Sur.

El Río Balsas,  discurre por los estados de Guerrero y Michoacán, con un escurrimiento superficial de 24 944 hm³ y con una longitud de 771 kilómetros es uno de los ríos más largos del país, en su curso alto (en que lleva el nombre de río Atoyac) también discurre por Tlaxcala y Puebla, además drena parte de los estados de Veracruz, Morelos, Oaxaca, México y Jalisco, la que es conocida como depresión del Balsas.
El río Balsas es conocido como Atoyac en el estado de Puebla y como Mezcala en gran parte de la región norte de Guerrero, y como pasa por esta cabecera municipal se le conoce como el  Río Tlapaneco y que pasa también por Ixcamilpa de Guerrero, Puebla, en donde todavía se conserva el gran caudal y la tradición de los sembradíos de maíz y sandía, lo que ya no sucede en Tlapa de Comonfort como en antaño.
Pese a la importancia que representa el Río Tlapaneco para la población, el centro comercial neurálgico de la región de la montaña, el Ayuntamiento petista encabezado por Victoriano Wences Real, junto con su cabildo, y sus 43 direcciones y departamentos, poco hacen a favor del afluente que está siendo avasallado por dos problemas muy notorios.
Los principales depredadores del Río Tlapaneco, de acuerdo a la investigación de La Crónica,Vespertino de Chilpancingo, son dos plenamente identificados y que las autoridades de los tres niveles de gobierno, no quieren ver, mucho menos actuar en consecuencia, las descargas de aguas negras y de por lo menos cinco empresarios explotan los bancos de materiales, sin contar con el permiso de impacto ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de Guerrero (SEMAREN) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) del gobierno federal.
En la indagatoria de este vespertino, pudo corroborar que en la actualidad las autoridades locales no hacen nada, pues la población tlapaneca descarga aguas residuales que no reciben ningún manejo ni tratamiento, corren a cielo abierto, ocasionando daños a la salud de los habitantes y la pérdida del equilibrio ecológico, al no contar con un sistema de drenaje separado que permita  que las aguas pluviales se mezclen con las aguas negras de los asentamientos humanos.
La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, pudo documentar que hay por lo menos cinco descargas de aguas negras que afectan directamente al ya inexistente río tlapaneco (a su paso frente a la cabecera municipal),  y que hasta este día, el Ayuntamiento de izquierda petista ha tenido nula intervención de por lo menos cinco direcciones de las 43 dependencias que tiene, entre ellas la Dirección de Ecología y Medio Ambiente, Dirección de Servicios Públicos, Dirección de  Obras Públicas, Dirección de Desarrollo Urbano, Dirección de Protección Civil y la Dirección de Agua Potable y Alcantarillado, a cargo de Quirino Wences Real, hermano del actual alcalde.
La primera descarga que termina en el cauce es la del hospital general, también está la del río Jale que está contaminando, es visible, porque corre sobre lo mismo, otra más, está a la altura de la calle Añorve, que corre en la calle misma, se encuentra un colector que se ubica a un costado del panteón San Diego.
La descarga que podría constituirse como la cuarta, la más importante y  de mayor volumen es la que se encuentra por la escuela preparatoria número 11  de la Universidad Autónoma de Guerrero junto a uno de los pozos que suministra a las colonias Tepeyac, San Francisco, Contlalco, con graves indicios de contaminación y la quinta se ubica en la barranca Contlalco junto  a la escuela de nivel medio superior Cbtis 178.
La cabecera municipal tlapaneca, está conformada por seis barrios: Cuba, San Antonio, Peligro, San Diego, Catitlán, San Francisco, y entre las colonias más reconocidas, se encuentra Aviación, San Nicolás Vista Hermosa, Santa Anita (sur y norte), Lázaro Cárdenas, (Norte, centro y sur), Benito Juárez, Loma Bonita, Jardín de niños, El Tepeyac, Emiliano Zapata, 5 de mayo, Constitución, Buenavista, Cuauhtémoc, El Dorado, Filadelfia, Figueroa, La Angostura, La Palma, Las Mesas, Los Zapotales, Luis Donaldo Colosio, Miguel  Hidalgo, Mirasol, Monte Sinahí,  Jerusalén, Renacimiento, San Marcos, Pirámides de Contlalco, Centro y Vicente Guerrero.
Otro de los depredadores del Río Tlapaneco, que hacen el gran negocio de su vida, pero que no aportan nada al municipio,  mucho menos a favor del medio ambiente, son por lo menos cinco empresas que ilegalmente están sobre explotando los materiales pétreos (arena y grava).
Estas empresas privadas están a lo largo y ancho de las márgenes de lo que alguna vez fue el caudaloso Río Tlapaneco, frente a esta cabecera municipal, entre ellas se encuentra los dueños de cribadoras Rafael Vázquez Sierra, Enrique  Bazán, Fernando Patiño, Armando Leal Herrera y Arcadio ...
, todos ellos utilizan maquinaria pesada de alta tecnología para extraer los materiales.
Estos comerciantes de la naturaleza, se expandieron con más intensidad, en el gobierno municipal priísta presidido por el cuestionado  Willy Reyes Ramos, quien sin mayor control  y sin tener la competencia, entregó permisos sin mayor condicionamiento, porque en lugar de escavar  para extraer los materiales a tres metros, lo hacen a 30 metros de profundidad.
En la actualidad la administración de Wences Real se ha convertido en un auténtico cómplice de estos depredadores de la naturaleza, porque ni siquiera simula procediendo a sancionarlos, se hace de la vista, no los llama a cuentas, simplemente administra el conflicto, pese a que está afectando el medio ambiente, todo porque desde ahora se está promoviendo para ser diputado federal por el V Distrito, con cabecera en Tlapa de Comonfort.
Ante este ecocidio, los tres niveles de gobierno nada están haciendo,  no obstante a la evidencia  que está a la vista de propios y extraños, pese a que tanto la administración municipal como estatal, son de izquierda y que se supone tienen un marcado compromiso con la ecología y el medio ambiente.
PROPUESTA DE RESCATE DEL RIO TLAPANECO
En junio  del 2007, el entonces senador de la república por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), David Jiménez Rumbo, al realizar una gira de trabajo por este lugar, anunció una inversión para el rescate del río Tlapaneco de alrededor de  50 millones de pesos, dinero que gestionaría ante el gobierno de la República, en ese entonces del Partido Acción Nacional (PAN).
Sobre el anuncio el entonces coordinador del Consejo Regional de La Montaña, Roberto Cabrera Solís, consideró que el anuncio que hizo el senador David Jiménez Rumbo en su visita a la región, donde informó de una inversión de casi 50 millones de pesos para establecer tres plantas tratadoras de aguas en las márgenes del río Tlapaneco, era una acción necesaria y urgente, pero no suficiente para restablecer el orden ecológico de ese afluente.
En aquel año, dijo, que esto y debido al impacto ecológico en la región, se han visto afectados principalmente las zonas boscosas, así como los cuerpos de agua, además del aire, pues a pesar a que se han hecho denuncias contra los talamontes, quienes de forma clandestina saquean la madera y cortan pinos y encinos.
Por ello, acusó que poco se ha hecho por restaurar los suelos cuya degradación afecta la flora y fauna regional, al tiempo que reconocía que no se han aplicado programas suficientes para mejorar la producción de alimentos básicos como el maíz, frijol y chile, que son el sustento de décadas de los pueblos y comunidades indígenas que habitan en los 19 municipios de La Montaña.
El 4 de junio del 2007, habría manifestado que «resulta necesario que las dependencias que se encargan de los programas para mejorar el medio ambiente como la Semarnat y la Semaren, aterricen proyectos que no solamente mejoren el medio ambiente, sino que capaciten y generen empleos para que los montañeses conozcan la importancia que juega la naturaleza para el desarrollo sustentable».
En aquel entonces  había lamentado que el anuncio de dos nuevas plantas adicionales a la que existen, resultan acciones que si bien son positivas no resarcirán de todo el daño de acidez que se presenta en las tierras por el exceso de agroquímicos e insecticidas y pesticidas.
Sobre la integración del Centro de Derechos Ambientales de La Montaña, expresó que este organismo al ser civil jugará un papel importante, porque las organizaciones sociales, los ejidos y comunidades tendrán un espacio a donde recurrir para informarse de varios programas, como el de pago de servicios ambientales.
Entre las funciones de ese organismo, tendría conocimiento de los espacios de las reservas ecológicas y los corredores biológicos, que convertirían a La Montaña como una región con nuevos espacios geoturísticos o de turismo alternativo.
En su momento Cabrera Solís,  había confiado de que esta nueva forma de turismo permitiría contar otros ingresos sin necesidad de destruir los bosques para convertirlos en tlacololes o provocar incendios, es decir, «esto ayudara a tener una cultura de protección a la naturaleza».
De aquel discurso del dirigente social a estos días, no ha cambiado, mucho porque el ecocidio está a la vista de todos, al ver «muerto» el Río Balsas, a su paso  frente a la cabecera municipal tlapaneca, en la que sus inmediatas autoridades municipales nada hacen por impedir le depredación de ese afluente. 

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