Con sus manos maravillosas y su sabiduría, doña Rutila Ortiz de la Rosa, cura todo tipo de enfermedades, hasta los desahuciados.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"1938, cuando el petróleo fue nuestro";Ahora solo en película

𝗖𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝟮𝟭

𝗟𝗮 𝘇𝗼𝗻𝗮 𝗽𝗿ó𝘅𝗶𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗼