COLUMNA
Resquicio
Hipólito Marbán
CASO ÁNGELES DAUAHARE: PONE EN DUDA LA APLICACIÓN DEL NUEVO SISTEMA ORAL PENAL Y ACUSATORIO
Con la exoneración de culpabilidad del General de División Diplomado de Estado Mayor Presidencial, Tomas Angeles Dauahare, acusado de participar con el crimen organizado, en el sexenio calderonista, me recuerda, la frase que utilizó el guerrerense Mario Ruiz Massieu, en su calidad de subprocurador de la PGR
en el sexenio salinista, al decir, que los demonios andaban sueltos, en referencia que los autores intelectuales del crimen de su hermano y ex gobernador de Guerrero, estaban precisamente en las esferas más altas del poder político, durante la salida del penal del Altiplano de la Ciudad de México, donde el divisionario Ángeles Dauahare, permaneció once meses, es el militar de más alto rango del ejército en pisar la cárcel, supuestamente por ser protector de la delincuencia organizada, cosa que la Procuraduría General de la República, acusó, basando su imputación en la declaración de los llamados «testigos protegidos», personajes que han servido al crimen y hoy participan con la «justicia» mexicana en su calidad de soplones y/o sapos, como los denomina la delincuencia de Colombia, a cambio de beneficios judiciales, en reducciones importantes de su sentencia y cambio de identidad, el General, lo primero que declaró a su salida del penal de máxima seguridad, fue manifestar que la PGR, hizo una aberración jurídica en la utilización de testimonios de «asesinos beneficiados» (en referencia a los testigos protegidos), cuando el fondo de la falsa acusación y montaje jurídico que utilizó la PGR, era la de frenar al ex subsecretario de la Defensa Nacional, ser en el próximo secretario de la defensa y/o en su caso, el alto comisionado de la Gendarmería Nacional, su sola personalidad al frente de tan importante secretaría de seguridad, puso nerviosos a los verdaderos involucrados del crimen organizado, por ello la fabricación de este delito, las conclusiones inacusatorias por parte de la defensa, hicieron su efecto legal y la libertad del Divisionario, se concretizo, seguramente el Presidente de la República, en breve lo llame a formar parte del gabinete Federal, siempre que así lo disponga el ex comandante del 27 Batallón de Infantería, con sede el Iguala Guerrero, esta historia tiene un parecido, solo que con resultados lamentables para Guerrero, en el ex mandatario guerrerense José Francisco Ruiz Massieu, su visión de futuro en materia Jurídica, Electoral y Política, no convino a los intereses mezquinos de ese entonces, su frase célebre de «cambiamos o nos cambian», impidió ser aspirante a la presidencia de la República, el asunto legal de Dauahare, pone en tela juicio en nuevo sistema de justicia oral penal, pues, al momento de su detención, se le violó el debido proceso, al no permitírsele comunicarse libre y privadamente con su defensor, aun a pesar que ya está en huso el nuevo sistema oral procesal penal en materia federal, en su práctica se sigue utilizando el autoritarismo y la arbitrariedad del poder, más que un debido proceso, en el caso del divisionario fue un, «indebido» proceso, más que la aplicación del control difuso para este caso, el sistema oral aplicado al General Dauahare, se le aplicó, el control de constitucionalidad concentrado (totalmente diferente), aún sigue el debate entre los estudiosos del derecho, en cuanto a la aplicación del nuevo sistema procesal acusatorio penal, el llamado arraigo de cuarenta días y otros cuarenta a petición del órgano investigador, al juez de control, no es más que una violación, (llámese) «legal», a la presunción de inocencia del probable imputado, pues, el arraigo, ya es un acto de molestia tanto, en su persona como en sus derechos humanos, ya ampliados con la convención americana de derechos humanos, plasmado y reconocido en el artículo primero constitucional, porque con el arraigo se detiene para investigar, no se investiga para detener, cuyo objetivo, es la formación de una querella y/o carpeta de investigación, y no buscar la verdad histórica de los hechos, como debe ser, la nueva reforma constitucional allí esta, su aplicación en la realidad es otra, el caso del General Dauahare, es uno más, del inmaduro sistema oral penal… veremos.
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