NOTA ROJA

Aprehenden en Zumpango

a intocable abogado, ayer

 Antonio Cantú Rendón.—Por el delito de daños en agravio de su primo, un abogado de la cabecera municipal de Zumpango, que se sentía intocable fue capturado por la agentes de la Policía Ministerial del Estado, el día de ayer lunes.

«El abogado del diablo», que ni  él se pudo defender de las acusaciones que pesan en su contra, es Joel Ríos Serrano, de 40 años de edad, con domicilio en la calle Eucalipto, sin número de la colonia Guadalupe, del municipio de Zumpango.

El agraviado, Isidro Ríos Ramos, con domicilio en la calle Libertad número 5 del barrio de Santa Anita, del mismo municipio del ahora detenido señaló que hace aproximadamente cinco meses, su primo se encontraba alcoholizado y al pasar por su calle, frente a su casa estaba estacionada su camioneta del afectado. 

Y es que debido a diferencias que han tenido entre familiares, el abogado gritaba a los cuatro vientos que era «chingón», así como lo apodan, enseguida tomó unas piedras se las lanzó a la camioneta, dañando la carrocería y el parabrisas.

El afectado no hizo caso debido a que su primo estaba briago y fue hasta el siguiente día que quiso llegar a un arreglo pero el abogado le dijo que no le iba a pagar y que le hiciera como quisiera pues a él no le hacen nada las autoridades pues dijo contar con padrinos por el trabajo que ejerce.

Ante esta respuesta, Ríos Ramos interpuso una denuncia ante la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común y después de varios meses el juez cuarto del ramo penal libró la orden de aprehensión en contra del litigante.

Los agentes de la Policía Ministerial del Estado se trasladaron el día de ayer, a las 16:00 horas, al mercado de la cabecera municipal de Zumpango y en los momentos en que el ahora detenido se encontraba atendiendo un puesto de mercancía fue detenido, pero amagó que los denunciaría ante Derechos Humanos para que los corrieran de su trabajo.

A pesar de su prepotencia, los agentes procedieron a detenerlo y posteriormente fue llevado a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia y más tarde los llevaron al Centro de Readaptación Social (Cereso), en donde tendrá que rehabilitarse.