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Feliz Navidad

Felipe Zurita 
Esta noche de navidad me convertiré en cazador de estrellas. Desnudaré mis manos para poder tomarlas. Las guardaré en esa vieja bolsa, color de rosa. Que una tarde me dejaste para atrapar mariposas. El frío cae como llovizna a principios de primavera, pero se bien que es el solsticio de invierno. Mi rostro está cubierto de pequeñas gotas frías pero mis ojos están pendientes en la oscuridad del cielo. Pero tengo que confesar que no entiendo porque siempre tengo que perderme, y nunca encontrar el sur o el norte, en esta vieja brújula del tiempo como tú le dices. Sera porque así recuerdo tu sonrisa, cada vez que estoy perdido. Te confieso que doy vueltas para buscarte tal como lo haga ahora para encontrar las estrellas. Para perseguir  la noche que ha inicia antes de la seis, desde que tu no estas. 

He tratado de no dormir durante la lluvia de estrellas en este segundo invierno que estas lejos de mí.  ¿Te acuerdas de la historia del Rey Estrella?, el que todas las noches observaba el cielo junto a sus hijos, para leer el polvo brillante  de esas estelas de luz. Algunas de estas traían mensajes de felicidad para los pueblo, de renovación, de lograr juntos la magia de conquistar  tiempo mejores tan solo con una sonrisa. Haciendo nobles corazones de profunda inocencia. Considerando a este rey como uno de los hombres más sabios que dio paz a la humanidad. 
Recuerdas que fue una estrella la que guió los pasos de los tres Reyes Magos al nacimiento del Niño Dios. Mientras transcurren los segundos y se convierten en minutos y estos en horas y las horas en tiempo, comprendo que no son estrellas las que he visto llegar a este mundo sino solo polvo de ellas. Por eso es que no he podido atrapar ninguna de estas, y las que han llegado descansar un tiempo corto pero profundo y  largo donde nosotros imaginamos que no volverán al cielo y cuando nos despertamos han iniciado el viaje de retorno. 
Decía el rey estrella que cuando viéramos cruzar una de ellas en forma fugaz pidiéramos un deseo con todo el corazón. Seríamos escuchados y que nuestro deseo se convertiría en realidad. Han sido muchas noches frente a esta gran bóveda celeste. Pero también han sido millones de estrellas que han pasado por aquí, y a cada una de ellas les he pedido millones de deseos que vuelvas a mi. 
He tenido tiempo suficiente para hacerlo. Confieso que algunas de ellas han cambiado de ruta porque saben que se irán con cargadas de peticiones. Aunque algunas de ellas se han aprovechándo de mi torpeza por no saber utilizar la Brújula del Tiempo. Eso no importa ahora. Tengo millones de cartas escritas que he de colgar en cada estrella fugaz. Que encuentre cruzando el cielo escritas con el mismo corazón que te quiere. 
Estoy seguro que alguna de ellas escuchará y convertirá en realidad mis deseos. Si,  alguna de ellas traerá nuevas noticias este año. Alguna de ellas traerá lo que tanto les he pedido. Cuando ellas mismas me han pedido dejarlas libres para llegar mis deseos. Así que hoy es una noche mágica. Esta noche del 24 de diciembre  hay que voltear al cielo y buscar una estrella fugaz que nos traiga lo que tanto deseamos en nuestros corazones y que nuestra vida sea mágica. Con pequeñas gotas de sabiduría, grandes dones de paciencia pero sobre todo brillo en nuestros corazones. 
Feliz Navidad Karol  

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