COLUMNA
La Jaula de Dios
Jesús Pintor Alegre
Siete foros habrán de completar los seis ex presidentes estatales del Partido de la Revolución Democrática con una intención real y una disfrazada. Llevan cuatro completados con el de este domingo en Ciudad Altamirano, y habrán de cerrar el 9 de diciembre, en Tlapa, para luego, recoger todo, resumido en un reporte de una cuartilla o una y media, que habrá de ser entregado al gobernador, Ángel Aguirre Rivero.
De aquí que la intención disfrazada es la de componer a un partido que se hunde a pasos agigantados ante la ambición de unos cuantos que se han encargado de sumirlo en el más espantoso de los desórdenes, con corrientes o tribus que se han apoderado del partido y deciden futuros y hasta se han vuelto profetas.
La intención real es otra, mucho más clara y evidente: le temen tanto a Morena de Andrés Manuel López Obrador, que el mandatario estatal mandó llamar a los ex presidentes estatales perredistas, seis en total, para darles de hecho, la orden de no permitirle a Morena crecer, pues el pavor es inmenso y el crecimiento del lopezobradorismo cuando menos en Guerrero, es innegable.
Y bueno, como es un hecho también que el PRD en esta entidad es del gobernador, Aguirre Rivero, no permitirá bajo ninguna circunstancia, que Morena le arrebate lo que considera de su propiedad, el de Ometepec ya se apoderó del poder Ejecutivo, y linealmente del partido, que de hecho fue lo primero que hizo suyo; y para amarrar el poder, también se ha apoderado del poder Legislativo.
En la cámara de diputados, el hijo del gobernador, Ángel Aguirre Herrera, es más buscado que el presidente de la Comisión de gobierno, Bernardo Ortega Jiménez, la oficina de «Angelito», es el más reclamado por gente que pide apoyos, entre ciudadanía y periodistas religiosos los más, o que sacan su publicación cada que Dios levanta el dedo.
El poder aguirrista no se detiene allí, pues incluso en la fracción parlamentaria del PRI, está un simpatizante del mandatario estatal, Héctor Apreza Patrón, de tal suerte que el jefe del ejecutivo tiene al Congreso bien apelmazado y que observa un solo fin: el proyecto Ometepec, con todo y fuentes danzarinas.
Y allá, en el Instituto Electoral del Estado de Guerrero, el presidente consejero es el aguirrista José Guadalupe Salgado, un hombre fiel y de gran entrega al hombre del poder, de tal suerte que el gobernador, no se puede permitir que se le escapen algunas aristas, que anden libres, por lo que si bien el PRD es de su propiedad, no puede dejar que crezca Morena.
El proyecto se estanca en hacer a «Angelito», alcalde de Acapulco en 2015, y posteriormente, gobernador del estado en 2018; el camino deberá emparejarlo Socorro Sofío Ramírez Hernández, quien pretende ser gobernador, aunque en el camino tiene al sicodélico Armando Ríos Piter, pero la negociación se hará para que en 2018 el gobierno se mantenga para la familia del Bello Nido.
Los argumentos de Félix Salgado Macedonio de ayer domingo fueron de lo más pueriles: no dejará él al PRD, con lo que mandó un aviso sutil de que los demás tampoco lo hicieran, pues expuso, el PRD le ha dado todo, y eso de cierto, no se puede negar: lo hizo diputado federal dos veces, senador de la República, alcalde de Acapulco, y candidato a gobernador en dos ocasiones, claro que no puede irse, pues es de los escasos beneficiados.
Casos como los Mora Eguiluz en Tlalchapa no puede ser un ejemplo que se soslaye, e incluso más de estos tiempos, los Mojica Morga. Muchos perredistas han estado aquí y allá, pero no han dejado entrar a nadie más, por lo que si bien la calidad moral es ausente, el intento debe hacerse, de allí los llamados foros ciudadanos del PRD, como para taparle el ojo al macho y buscar el cambio para seguir iguales.
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