PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA
Rebelión en Olinalá
contra los criminales
Javier Francisco Reyes.OLINALA GRO.—Cansados de la inseguridad pública, ignorados por el presidente municipal priísta, los olinaltecos desde hace cinco días, tomaron las armas para enfrentar una célula del crimen organizado, inclusive mantienen detenidos a por lo menos ocho personas y hoy miércoles recibieron el respaldo de ciudadanos de los municipios de Cualác y Huamuxtitlán, quienes en el mes de junio también se hicieron justicia por propia mano.
La tarde del sábado 27 de octubre, los olinaltecos decidieron organizarse y echaron del municipio a miembros de una presunta célula del crimen organizado, por lo que se vieron obligados armarse con pistolas, rifles y machetes, y cerraron las cinco entradas, ante el temor de que retornaran.
En los accesos se colocaron hombres con armas largas y cortas de bajo calibre, llantas viejas y alambres para obligar a los conductores de carros a que se paren para revisarlos y evitar que se «cuelen» los del crimen organizado que habían venido operando con total impunidad.
Todo comenzó la semana pasada cuando fue asesinado y calcinado un taxista vecino de esta localidad, pero antes se venían registrando «levantones», cobro de piso y la ejecución de personas.
Al estar cansados por la inseguridad y al verse ignorados por las autoridades municipales encabezadas por el priísta Eusebio González Rodríguez, decidieron tomar la justicia por propia mano, se armaron de valor y de algunas armas de uso doméstico y se dirigieron a una casa de seguridad de la supuesta célula delincuencial.
Según se conoció que este grupo delictivo estaba encabezado por un joven de 24 años de edad, al que solo conocían como «El Güero», y al ver que los ciudadanos estaban decididos a todo por lo menos cuatro huyeron del lugar y solo uno fue detenido presentado a la Policía Municipal, pero ésta lo liberó posteriormente, según porque no había llegado el Agente del Ministerio Público del Fuero Común.
Esto molestó a los olinaltecos, por lo que procedieron a desarmar a los uniformados, además de que habían capturado unas 14 personas, pero también fueron liberadas por la ausencia de un representante social dependiente de la Procuraduría General de Justicia del estado para que les tomaran sus declaraciones, inclusive las autoridades han minimizado el conflicto.
Hace aproximadamente cuatro meses arribaron al lugar unos cinco miembros de una célula del crimen organizado que no conocen a que grupo pertenecen, lograron reclutar por lo menos a 10 personas, la mayoría jóvenes quienes también vendían estupefacientes.
Después del mediodía había iniciado una reunión entre el alcalde priísta Eusebio González Rodríguez y los comisarios de las localidades muchos de estos no sabían que estaba ocurriendo, sino que hasta que llegaron al auditorio municipal en donde tomarían acuerdos sobre el conflicto.
Este miércoles se observaron solamente dos unidades motrices con elementos del Ejército Mexicano y de la Policía estatal, en tanto los preventivos locales están prácticamente inactivos, porque los ciudadanos desconfían de ellos, luego de que pusieron en libertad al que le habían entregado el sábado pasado.
Los inconformes ciudadanos de Olinalá que ahora tienen el control de la seguridad y los rondines, demandaron del gobernador del estado, el perredista Angel Heladio Aguirre Rivero, para solicite la intervención de las autoridades federales a fin de abatir a la delincuencia organizada que ya estaba operando en esta municipalidad de la montaña baja.
Se observó mucha desconfianza ante la llegada de ciudadanos de otros lugares, inclusive este miércoles se sumaron al movimiento habitantes de los municipios vecinos, entre ellos Cualac y Huamuxtitlán, quienes en el mes de junio de este año lograron también echar de esos lugares a un grupo delincuencial, capturando a unos y puestos a disposición de las autoridades federales, quienes ya habían secuestrado a 18 personas pero fueron rescatadas, además de que golpearon y desnudaron al que era presidente municipal perredista interino el perredista Juan Carlos Merino.
Se conoció extraoficialmente que en la vecina comunidad de Temalacatzingo—la más grande del municipio—distante a una hora de camino de la cabecera, habrían arrestado los ciudadanos civiles de la seguridad a cuatro presuntos delincuentes y otros cuatro más en la cabecera municipal, pero que no los entregaban a las autoridades municipales porque luego los liberan.
Por ello esperaban que llegara alguna autoridad estatal o federal a fin de que se castigue a esos acusados de pertenecer al crimen organizado, en tanto por la tarde se conocerían los acuerdos y medidas que tomarían en la reunión que se realizaba.
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