NOTA ROJA
Agente de Tránsito se lió a
golpes contra sicario, hoy
Antonio Cantú Rendón.- Un agente de Tránsito del estado, se enfrentó a golpes, contra un presunto sicario, por lo que ambos resultaron lesionados en esa pelea que tuvieron y posteriormente fueron capturados por uniformados de la Policía Preventiva local.
Los rijosos son el agente de Tránsito del estado, Édgar Iván Maldonado García, de 24 años de edad, con domicilio en la calle «Amalia García» de la colonia Del PRD, y el supuesto delincuente que se decía ser jefe de la plaza de sicarios de esta ciudad, Víctor Román Fernández, de 30 años de edad, con domicilio en la calle Uva, de la colonia Villas del Sol.
Señalaron los «tecolotes» que el día de hoy, cuando eran cerca de las cuatro de la madrugada, realizaban un rondín de vigilancia, en diferentes colonias de esta ciudad capital, y al transitar sobre la lateral del bulevar «Vicente Guerrero», de sur a norte se percataron que afuera del antro de mala muerte, con razón social «Relax», el cual se ubica frente a la colonia Vista Hermosa, dos personas del sexo masculino se enfrentaban a golpes.
De inmediato, los «tecolotes» al ver esta pelea callejera descendieron de su patrulla y lograron atrapar a los ebrios, enseguida fueron llevados a la cárcel municipal en donde el agente de Tránsito dijo en su defensa ante el juez calificador que el día de hoy cuando se encontraba en la cantina «Tazmanía» una persona malencarada se lo quedó mirando feamente en los momentos en que él se encontraba conviviendo con un presunto homosexual y uno de sus amigos.
Dijo el uniformado, que para que no tuviera ningún enfrentamiento le pidió a sus amigos que mejor se retiraran, en el momento en que se salieron el encargado de ese negocio cerró también el antro, por lo que empezó a caminar, frente a la cantina con razón social «Relax» lo alcanzó Víctor Román Fernández, quien lo empezó a insultar y amenazándolo le dijo que «en estos momentos te van a levantar porque soy el jefe de sicarios».
Agregó Maldonado García que en los momentos en que era amenazado empezó a tener miedo, y al ver que el ebrio se le abalanzaba a golpes, él tomó su espray de gas-pimienta y se la roció en los ojos.
El borracho broncudo al ser rociado por esa sustancia química empezó a gritar desesperadamente y fue en ese momento en que el oficial de Tránsito aprovechó para empezar a golpearlo en diferentes partes del cuerpo, hasta que lo alcanzó como el caballo blanco, con el hocico sangrando por andar de bocón.
Fue en ese momento en que les cayó la policía y ambos ebrios fueron remitidos a la cárcel municipal por el delito de riña en la vía pública.
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