PRIMERA PLANA
Terminaron hoy los 10 días
de denuncia de injusticias
Con denuncias por 10 días, este viernes se concluyó la Jornada Nacional e Internacional «10 días por la paz y los derechos humanos convocada por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) con la cual se trata de dar continuidad al esfuerzo de visibilización de las diferentes problemáticas en Derechos Humanos y paz que hemos hecho diversas organizaciones a lo largo del sexenio.
Durante estos 10 días hemos denunciado a través de los medios a nuestro alcance y mediante sencillas y modestas actividades la situación de grave violación a los derechos humanos y violencia social que se vive en nuestro Estado, hemos persistido en las gestiones ante las autoridades del gobierno del Estado para que sean atendidas diversas problemáticas y demandas de nuestro Comité de Familiares y hemos mantenido el acompañamiento y solidaridad con familiares de víctimas de la violencia y de las arbitrariedades de los grupos policíacos e instituciones gubernamentales que violan derechos humanos.
Tan solo en éstos diez días, a través de nuestro seguimiento de prensa diaria, hemos registrado 53 homicidios; más 16, un día antes de iniciar la jornada, en Tierra Caliente, haciendo un total de 69 personas asesinadas, de los cuales 3 eran homosexuales, un adulto mayor y 3 mujeres; 3 secuestros; un auto incendiado, un camión incendiado, 5 heridos con arma de fuego, 2 balaceras, tan sólo en el puerto de Acapulco. Se calcula hay 50 desaparecidos en Tierra Caliente. Mientras en la región centro: una jovencita desaparecida y siete homicidios.
En relación a los 36 casos que reclamamos y de los cuales persiste la indiferencia e indolencia de las autoridades, no hemos tenido respuesta a nuestras demandas de investigación, esclarecimiento de los hechos y castigo de los culpables, mientras que el 14 de septiembre pasado rememoramos la desaparición forzada del presidente del Frente Libre Hermenegildo Galeana Víctor Ayala Tapia acaecida hace ya dos años y activamos nuestra alerta por la seguridad de la familia Vázquez Bahena que debió abandonar la entidad después del asesinato del joven Hugo César en enero del presente año en Taxco.
En memoria de las mujeres asesinadas en la entidad y en el país, de manera simbólica colocamos en el Árbol de la Dignidad Popular en la Plaza Cívica de Chilpancingo, una Cruz Rosa por Marisela Escobedo Ortíz quien fue asesinada por sicarios el 16 de diciembre de 2010 en frente a oficinas del gobierno de Chihuahua donde reclamaba justicia para su hija Rubí Frayre Escobedo, asesinada en agosto de 2008 en Ciudad Juárez; exigimos el esclarecimiento del homicidio de Tonantzin Barrientos y de otras y otros que en territorio Guerrerense han sido secuestradas/os y asesinadas/os.
En el lapso de tiempo de ésta Jornada, diversos sucesos nos muestran que estamos lejos de alcanzar la paz con justicia y dignidad y que los derechos humanos siguen siendo letra muerta en el país. Como botón de muestra mencionamos el caso de los estudiantes de la Unidad Académica de Veterinaria de la UAG en Ciudad Altamirano que están siendo acusados del delito de delincuencia organizada y que fueron detenidos mediante un despliegue inusitado de la PFP e inculpados con un burdo montaje que obliga a la sospecha de que quieren ser utilizados como chivos expiatorios por parte de las autoridades federales.
Al término de éstos 10 días de Jornada, seguimos en espera de que el Ayuntamiento saliente de Chilpancingo cumpla con su compromiso de restituir nuestro Módulo de Información, Cultura y Denuncia en el Árbol de la Dignidad Popular, conforme a la aceptación de la recomendación correspondiente de la CODDEHUM y de que el Gobierno del Estado cumpla con el compromiso del propio Gobernador de apoyar la creación del Centro de Atención a Víctimas de la Violencia en Guerrero, iniciativa de nuestro Comité de Familiares. En éstos días también volvimos a plantear a la Procuradora nuestra demanda de implementar un Plan de Búsqueda y la conformación de un fondo de contingencia social para las víctimas de la violencia social en Guerrero.
La noticia de que se suspende la promulgación y publicación de la Ley de Víctimas ya aprobada en el Congreso de la Unión y que la Corte no tiene plazo para resolver dicha controversia y ni siquiera se ha celebrado la audiencia del juicio respectivo; deja la posibilidad de que se apruebe la Ley que Calderón propuso, ya que puede ser aprobada antes que la Corte se pronuncie sobre el tema a la ley original, que el MPJD propuso e impulsó, nos parece otro golpe bajo que lacera aún más a las familias que buscan la verdad y la justicia.
El pronóstico de que se avecina un sexenio terrorífico para los mexicanos no está tan alejado de la realidad, percibimos un endurecimiento de la política gubernamental en materia de derechos humanos y de gran inseguridad y riesgo para defensores y promotores de dichos derechos, más guerra, terror y militarismo y menos paz.
Percibimos también que las condiciones de trabajo, educación, cultura, salud, medio ambiente no solo siguen deteriorándose gravemente en perjuicio de los trabajadores del campo, la ciudad y el mar, sino que las políticas neoliberales avanzan y amenazan con seguir aniquilando el tejido social y acabar con la esperanza de alcanzar una vida digna en ésta sociedad. Muestra de ello es el anuncio de la puesta en marcha de la inminente reforma laboral, el alza creciente del costo de la vida, la creciente pobreza y desigualdad, discriminación y exclusión social, trata de personas, opacidad en la información pública, megaproyectos con alto impacto social y ambiental, criminalización de la protesta social, entre otros.
Pero también en ésta Jornada constatamos nuevamente el profundo conservadurismo e indiferencia de la ciudadanía ante la violencia social y la violación a los derechos humanos, así como el poco interés que muestran las organizaciones sociales ante ésta problemática. No podemos hacer una evaluación optimista de ésta Jornada, sin embargo asumimos los retos de sus resultados. Al final de la jornada, con tristeza y digna rabia decimos que en México y en Guerrero no hay paz y se violan flagrantemente los derechos humanos.
Llamamos a los tres niveles de gobierno a cumplir sus compromisos constitucionales en materia de derechos humanos, al pueblo de Guerrero a decidirse a luchar por sus derechos, a no sumarse al linchamiento publico contra las víctimas y sus familias, a cuestionar lo que se publica y se proyecta en medios de comunicación pagados por el Estado y a construir una nueva sociedad y una cultura de paz con su esfuerzo, participación y compromiso.
A los trabajadores de las empresas radicales de la llamada delincuencia organizada los convocamos a rebelarse contra sus patrones que los explotan y los enfrentan contra sus propios hermanos, a sumarse a los esfuerzos del pueblo trabajador del campo, la ciudad y el mar por construir una patria nueva con pan, trabajo, justicia, democracia y libertad y a restablecer la paz en el seno del pueblo para que juntos conquistemos nuestros derechos, logremos una vida digna y vivamos en una nueva sociedad con paz y dignidad.
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