PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA
MM:Maestros y padres se
oponen a difusión sexual
Rosario Orozco García.—Maestros y padres de familia son quienes se resisten más a que las dependencias difundan información a los adolescentes sobre sus derechos sexuales y reproductivos.
Itzel Mera Makeda, coordinadora de Atención a la Adolescencia de la Jurisdicción Sanitaria 03 de la Secretaría de Salud; explica que de acuerdo al artículo 4° de la Constitución, todos los mexicanos tienen derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre su salud sexual y reproductiva.
Aquí cabe destacar que no se cumple a cabalidad la característica de «informada», dado que para que la información llegue a los adolescentes hace falta que las escuelas secundarias abran sus puertas a los promotores y que los maestros y padres de familia acepten en las aulas que se toquen «esos temas» tabú, que según ellos fomentan que los estudiantes empiecen a más temprana edad su vida sexual.
Para apoyarse en la difusión de los derechos sexuales y reproductivos, así como de otros temas; la Secretaría de Salud detecta estudiantes líderes de las escuelas de educación secundaria y nivel medio superior que participen en los Grupos de Adolescentes Promotores de la Salud (GAPS), que puedan ayudar a llevar información a sus compañeros sobre salud sexual y reproductiva, adicciones, violencia, trastornos alimenticios; «sin embargo, no es suficiente porque sigue habiendo niñas de hasta 11 años embarazadas»; reconoció la funcionaria.
Explicó que cuando el líder de un GAPS detecta algún problema con un compañero o compañera se pone en contacto con el responsable del módulo de atención al adolescente que se encuentran en todos los Centros de Salud de la entidad y sea canalizado a la Secretaría de Educación, Secretaría de la Juventud, la Secretaría de la Mujer, Centros de Integración Juvenil o Derechos Humanos que son las instancias que componen el Consejo Jurisdiccional del Adolescente; integrado para buscar mecanismos que coadyuven a mejorar las condiciones de vida de ese sector de la población.
Los centros de salud tienen la responsabilidad de coordinarse con las autoridades educativas para informar a los adolescentes debidamente sobre métodos anticonceptivos; las ventajas y desventajas de cada uno de ellos y los riesgos de un embarazo antes de los 20 años o después de los 35.
Esta tarea se dificulta sobre todo en las comunidades indígenas porque se requiere de colaboradores bilingües para que proporcionen la información a los habitantes en náhuatl, mixteco y tlapaneco, según sea el caso; además de que por la cultura de los pueblos indígenas hay resistencia a tocar los temas de anticoncepción y prevención de enfermedades por contagio sexual.
En cuanto al área urbana, Mera Makeda señala que los adolescentes conocen los métodos anticonceptivos porque los medios de comunicación se encargan de difundirlo, o porque han acudido a conferencias y pláticas en sus escuelas o porque lo han visto en sus clases áulicas; sin embargo, «nos hemos dado cuenta de que muchas veces no saben cómo usarlos o nos preguntan cosas como: ¿cuántas veces se puede utilizar un condón?»; por lo que dice que se debe ser más claro en el tipo de información que se les hace llegar.
Sobre la incidencia de VIH entre ese sector de la población, comprendido entre los 10 y los 19 años; la funcionaria informó que cada vez es más común detectar a adolecentes ceropositivos que se contagiaron en su primer relación sexual, sobre todo por la mala información de que «solo les pasa a los homosexuales o a las sexoservidoras».
En ese sentido, dijo que la Secretaría de Salud ofrece a toda la población las pruebas rápidas de detección de VIH y los interesados solo tienen que solicitarla y llenar un formato donde queda asentado que aceptan realizarse ese examen; y si sale negativa pues se van tranquilos, pero si el resultado es positivo, entonces se practica una prueba confirmativa y se envía al laboratorio estatal y si se confirma se le proporciona el tratamiento necesario con retrovirales y demás medicamento para que sea bien atendido el paciente.
Este problema se agudiza en las comunidades más pobres de la entidad, donde la migración constituye un factor importante y se debe a que muchos de los hombres se van a trabajar a Estados Unidos o a otros estados al interior del país en busca de empleos mejor remunerados y lejos de la familia tienen relaciones sexuales sin precaución, de tal modo que cuando llegan a sus hogares contagian a sus mujeres, porque ellas nunca les van a pedir que usen preservativos, «eso provocaría además un problema de violencia o relaciones forzadas». Y es así como se contagian las amas de casa en Guerrero, muchas de ellas menores de edad.
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