COLUMNA

El Grillito Sin Censura

 Alfonso Cerdenares Domínguez

** Ayer, nuevamente topamos con pared… **Más de un agente de Tránsito ha sido sorprendido recibiendo dinero de un mal chofer…

AYER, NUEVAMENTE TOPAMOS CON PARED, nos dimos tremendo frentazo en esta sociedad plagada de corrupción, de miseria, de injusticia, de irresponsabilidad, de deshonestidad; ayer vimos cómo, aquel agente de tránsito, al que le hemos confiado uno que otro reporte, se dejaba sobornar por un “urvanero” que no portaba su licencia para conducir; lo peor es que, pudimos percatarnos, fue por míseros 25 pesos; cinco monedas de cinco pesos cada una y eso fue todo; primero, el susodicho uniformado –tamarindo, para el populacho –hizo la pantomima de que se ponía “picudo”,
se subió al asiento del copiloto y dijo al chofer que se dirigiera a la Dirección de Tránsito, o algo así; en contadas ocasiones; sin embargo, luego de un par de alegatos, el chafirete tomó unas cuantas monedas –cinco, vimos que eran –y las entregó al agente, quien bajó de la unidad para hacerse como si nada hubiera pasado; claro está, esto no es nuevo, MÁS DE UN AGENTE DE TRÁNSITO HA SIDO SORPRENDIDO RECIBIENDO DINERO DE UN MAL CHOFER, fomentando la corrupción en el rollo este del transporte; hace tiempo, los mismos choferes decían que las mujeres “tamarindas” eran duras con ellas, pero como dice el consabido refrán: “todo tiene su precio”, al parecer también han caído en el juego corrupto del dinero, de la mordida, como es conocido por todos; de ahí que el chofer, el posturero, el concesionario, abuse de la ciudadanía, traten de burlarse del usuario cuando pretenden “cortar vuelta” o simplemente no cumplir con su recorrido, entonces recurren al brete de “llévate a mis dos pasajeros”; a veces, el mismo pasajero cae en el juego y como borreguito se baja para subirse a la otra urvan, pero eso no debe de ser así, el conductor tiene que cubrir una ruta y solamente por causas de fuerza mayor, pudiera recurrir a esta salida, pero por lo general, esto no es así; se supone que las camionetas tienen cierto número de cupo para el usuario, pero por lo general abusan, de tal forma que llevan hasta a cinco o seis pasajeros parados y la autoridad, los agentes de Tránsito, nada les dicen; muchos accidente de las urvan ocurren porque prácticamente van “jugando carreritas”, con la intención de ganarse el pasaje; lo peor de todo es la falta de precaución al manejar, siempre pasan los topes sin disminuir la velocidad como si llevaran pollos a bordo; son los choferes los que no respetan las paradas señaladas por “la autoridad”; es más, son éstos los que malacostumbran a la gente que, cómodamente, casi quieren que la unidad se detenga en la puerta de su casa, pero esto no es culpa de ellos, es culpa de la autoridad porque lo permite y así seguiremos, si continuamos fomentando la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, la deshonestidad, la irresponsabilidad y todos esos desvalores que han hecho mucho daño a la sociedad y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd @hotmail.com

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