PRINCIPAL DE NOTA ROJA
Consumado ladrón
otra vez robó, hoy
Antonio Cantú Rendón.—Un presunto delincuente que en varias ocasiones de este año ha caído preso por el delito de robo, hoy jueves lo atrapó la policía, luego que minutos antes le había arrebatado una cadena de oro a una dama, y le aseguraron la prueba del delito y también un arma blanca con la cual amagó al uniformado con lesionarlo.
El supuesto delincuente que ha venido operando en el mercado «Baltazar R. Leyva Mancilla» dijo llamarse Mario Alberto Solís Aponte de 26 años de edad con domicilio en la calle Amatitos de la colonia «Moctezuma» de esta ciudad y el día de hoy cuando era el medio día fue detenido mediante una persecución que ocurrió en el Centro de esta capital.
Señalaron los policías municipales los cuales resguardan el primer cuadro de esta ciudad que el día de hoy jueves realizaban un rondín de vigilancia sobre la calle «Cristóbal Colón» e «Ignacio Ramírez», en esos momentos se percataron que una persona del sexo masculino corría hacia la parte baja y atrás de él una muchacha que solicitaba ayuda a los transeúntes.
El supuesto delincuente en sus manos llevaba un cuchillo cebollero, los policías al escuchar los gritos de auxilio que pegaba una joven dama decidieron perseguir al supuesto delincuente y a varias cuadras lograron alcanzarlo, pero el ahora detenido los amagó con su arma blanca y amenazó con lesionarlos si lo detenían.
Como pudieron los tecolotes lograron someterlo y al hacerle una revisión de rutina le encontraron la cadena de oro que minutos antes había hurtado enseguida fue llevado a la cárcel municipal, y hasta el momento la agraviada no se ha presentado para que lo identifique o diga si lo va a denunciar a Mario Alberto Solís Aponte quien se conoció que supuestamente padece la enfermedad del siglo VHI (Sida).
Se conoció que Solís Aponte es un presunto delincuente ya que en varias ocasiones ha sido atrapado en el mercado «Baltazar R. Leyva Mancilla» y en el primer cuadro de esta capital por cometer delitos de robo y debido que supuestamente creyente a la Santa Muerte recobra su libertad en un termino de 36 horas sin que los agraviados lo denuncien.
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