Sin señales de nada, esta enorme grieta «recibe con los brazos abiertos» a cualquier automovilista que sube por la cumbre que conduce a las colonias «Javier Mina» y «José María Izazaga», por donde se encuentra un centro de oración, al oriente de la ciudad capital. Se menciona que en las noches, es cuando el peligro de accidentarse se triplica pues no hay postes que iluminen esa calle, siendo además de una de las «magnas obras» que dejó «regaló» Mario Moreno Arcos cuando fue alcalde. (Foto: José Víctor Aponte Alcaraz).

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