COLUMNA
Resquicio
Hipólito Marbán
PROTECCION A LA PROCURADURIA, Y A LOS AGRAVIADOS??
Estimado y fino lector, solo basta hacer uso del derecho de transparencia pública, y ver la infinidad de quejas administrativas, en contra de agentes del ministerio público y de adscritos a juzgados penales por actos de corrupción ante la Contraloría interna de la Procuraduría de Justicia de Guerrero,
para darnos cuenta que precisamente los mas acusados, son los mas premiados, sin sanciones de ninguna índole, en agravio de los mismos agraviados, esta columna a detallado que procuradores van y procuradores vienen, sin embargo el fango de corrupción que hunde a la misma institución, no ha sido erradicado, la honestidad dentro de la procuración de justicia en una palabra desconocida, para aquellos agentes que lejos de ver al agraviado como tal, lo miran como una mera mercancía que se lucra son su dolor moral, y con la fabricación de delitos en mero formatos, caducos, sin que realmente el Ministerio Público agote las formalidades esenciales del artículo 16 de la propia Constitución, de allí la violación del debido proceso a favor del justiciable. Hoy piden los procuradores de justicia protección, cuando ellos en la ola de corrupción que los ha caracterizado, han dejado en estado de indefensión tanto a agraviados como a indiciados injustamente, que solo se basan en caducos formatos, lugar donde peritos y secretarias se convierten en amantes de agentes tanto titulares como coordinadores de ministerios públicos adscritos a los juzgados penales, no se necesita ser master y docto en la materia, para saber que los ministerios públicos carecen de honestidad y sí se han convertido en amadores del dinero, que de procurar justicia, ¡urgente¡ la rotación de ministerios públicos titulares, porque en lo lugares en donde llevan años, estos han creado compromisos en agravio del justiciable, hoy por hoy piden protección, y aunque los agraviados tengan el derecho de la protección a su integridad personal, en las medidas cautelares, en la realidad, estás no existen, solo en nuestro código procesal penal, como letra muerta, y valga la redundancia del cómico mexicano ¡¡y ahora quien podrá ayudarnos!!
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