COLUMNA

La Jaula de Dios

 Jesús Pintor Alegre

En un acto inusitadamente increíble, en este nivel que supera el más alto nivel de lo superlativo que es de arranque un espacio imposible, los perredistas siguen sin dejar de decir, en esos alegatos que agobian y abochornan hasta al más desparpajado.

El día de ayer el protagonismo del secretario de Organización del PRD municipal de Pungarabato, Daniel Basulto de Nova, dejó en claro que las heridas siguen sin sanar. Fue una actitud infantil, calificaron muchos, el hecho de querer reclamar la presidencia del comité municipal perredista, en un evento proselitista. Hay espacios para cada tema, de cierto, y quien se confunde de escenario, también aturde a los que presencian el desliz, pero ese personaje confundido, corre el peligro de ser considerado un ciudadano que no está en sus cabales. Ayer Daniel Basulto de Nova dio la nota, sin duda. Y tal vez tiene razón para afirmar que el actual presidente del comité municipal, Ignacio Salinas Mendoza, puede ser imposición de Miguel Ángel Albarrán, Beatriz Mojica Morga, Celestino Cesáreo Guzmán, Evodio Velázquez, y todos los que él llamo «grupos de poder», pero estaba solo. Daniel Basulto, además de que equivocó el escenario, estaba perdido en el desierto pro su soledad, y los que estaban allí, se le fueron encima para lincharlo verbalmente, con un griterío de los seguidores de Miguel Ángel Albarrán, que quiere ser alcalde de Pungarabato, que terminó por apabullarlo. Daniel Basulto exigió que lo dejaran hablar, y nadie lo dejó hacerlo, los gritos y las porras se dieron, la romería, galimatías en tonos amarillos. Beatriz Mojica Morga dejó el salón un tanto sorprendida por la actitud de su correligionario, Celestino Cesáreo Guzmán, el golpea mujeres, casi se replegó, como atemorizado por lo que allí sucedía. Daniel Basulto elevó su voz para dejarse oír, pero las porras se elevaron para acallarlo, y luego su dramatización, a las maneras de los jugadores de futbol que exageran la nota, se dejó caer hacia atrás cuando alguien lo llegó a tocar, y luego hacia adelante, con los brazos ampliamente abiertos. «Lo estaban agrediendo», sin duda era la intención buscada del también conocido como Dany Boy, empresario pizzero y secretario de organización del PRD municipal de Pungarabato. Allá al fondo alguien levantó una silla, y luego otra, como si pretendieron calmar al teatrero con el amago de un sillazo. Mojica Morga, la secretaria de Desarrollo Social, salió del salón, y afuera del comité municipal, donde se llevaba a cabo el evento de adhesión a favor de Albarrán, dijo que desconocía del asunto, pero suponía que lo que reclamaba Daniel Basulto estaba fuera de contexto, pues a su juicio, no era el lugar ni el momento del reclamo. Mientras la funcionaria estatal se retiraba del evento, adentro Daniel Basulto era calmado ante la presión de la gente, además de la postura de Albarrán Almazán, quien le dijo al personaje de las pizzas, que era su evento, proselitista, y no cosa del partido, así, fuerte, y cargado de ganas porque entrara en razón. Al rato alguien dijo que Dany Boy estaba enfermo de poder, que quería a toda costa la presidencia del comité municipal, al no permitir que Ignacio Salinas Mendoza, el actual dirigente, ocupara ese lugar que asegura el de la dramatización, le pertenece a él, al estar en tercer lugar de importancia en la estructura partidista. La romería en que se convirtió el evento de adhesión de ayer, apabulló a muchos, y dejó en la mesa de que nada está terminado en el PRD, que no se sigue inventando, sino que se sigue en esa postura de cerrazón, en un partido, al menos en el estado, se supone que es gobierno, o al menos eso suponen los amarillos.