NOTA ROJA

Después de chocar

murió un mochitleco

Antonio Cantú Rendón.—En un espantoso choque que ocurrió hoy por la mañana sobre el Bulevar «Vicente Guerrero» a la altura del crucero de la colonia Tatagildo murió una persona que supuestamente vivía en la cabecera municipal de Mochitlán en los momentos que era atendido por los médicos del hospital General «Raymundo Abarca Alarcón».

El ahora occiso quien supuestamente conducía su camioneta de la marca Nissan tipo estaquita con permiso provisional con el nombre de Edwin Bárcenas Narváez con domicilio en el edificio de INFONAVIT de Chilpancingo.

La persona que chocó contra una grúa se le encontró una credencial de elector con el nombre de Pablo Hernández Olmos de 58 años de edad y tenia su domicilio en la cabecera municipal de Mochitlán.

El fatal choque ocurrió el día de hoy miércoles cuando eran cerca de las 10:30 de la mañana en los momentos que el ahora occiso conducía a exceso de velocidad sobre el bulevar «Vicente Guerrero», con dirección hacia el norte de esta ciudad y supuestamente al quedarse dormido en el volante debido al alcohol que había ingerido se impactó en la parte trasera de una camioneta grúa que se encontraba estacionada frente a un restaurante.

Al impactarse la camioneta del ahora occiso quedó totalmente destrozada en la parte de enfrente mientras que Pablo Hernández Olmos debatiéndose se encontraba prensado entre los fierros retorcidos, fueron elementos de Protección Civil y Bomberos quienes llegaron hasta ese lugar y lograron sacar de su camioneta a un con vida al vecino de Mochitlán.

Enseguida inconsciente debatiéndose entre la vida y la muerte fue subido a una ambulancia de Protección Civil quienes estos se encargaron de canalizarlo al hospital General «Raymundo Abarca Alarcón» para que recibiera atención médica.

Hasta ese lugar llegaron elementos de la Policía Preventiva y debido que el conductor de la camioneta grúa de la empresa «Marvi», Evaristo Alejandres Zavala de 44 años de edad con domicilio en la colonia Buena Vista de la delegación Iztapalapa de la ciudad de México dijo que no tubo que ver nada en ese percance de alcance ya que en esos momentos el había estacionado perfectamente su unidad y se introdujo a un restaurante para desayunar.

Debido a que no tuvo que ver nada en ese percance de alcance no fue necesario que fuera detenido así mismo Pablo Hernández Olmos después de media hora de agonía dejara de existir, y hasta la entrada la tarde los familiares no se habían presentado a identificar el cadáver, pero se espera que en las próximas horas sea reclamado para darle cristiana sepultura en su lugar de origen.