COLUMNA
Cosmos
Héctor Contreras Organista
Cuando hace 29 años se reanudaron en Chilpancingo las actividades de la Delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa -4 de marzo de 1983-, los editores de periódicos locales de ese entonces: Héctor García Cantú, Pedro Julio Valdez Vilchis, Rogerio C. Armenta y José Luis Nava Landa pidieron a la nueva dirigencia que se procediera a firmar Contratos Colectivos de Trabajo con sus empresas. Ellos apoyarían al SNRP en todo lo que estuviera a su alcance.
La sana intención de los editores era cimentar sus empresas ofreciendo trabajo a profesionales de la prensa tanto en redacción, reportaje, fotografía, caricatura, administración, etcétera, como en sus talleres. «Queremos firmar convenio con el SNRP», dijeron en una comida a la que fueron invitados por la entrante Delegación local del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa.
La respuesta del sindicato fue que no se contaba con el personal profesional que los periódicos requerían. En ese 1983 apenas se iban a dar los primeros pasos para crear un proyecto para capacitar a los periodistas que así lo decidieran, porque en ese entonces, la mayoría proveníamos del empirismo.
Por eso fue que a partir del ambiente bohemio y lleno de romanticismo que ejercieron las grandes luminarias del periodismo de los años 40 en Chilpancingo, que dio origen a publicaciones como «El Güero Sol» y después al «Diario de Guerrero», el de Don Humberto Ochoa Campos, se intentó consolidar un sindicato activo, formador de periodistas profesionales. Para ello era necesario crear las bases de ese intento y por eso se inició con firmeza la disciplina estatutaria al interior del SNRP.
Disciplina con proyectos y metas que se fueron tejiendo con un inicial intercambio publicitario entre el SNRP y el gobierno del estado que encabezaba en esos años 80 del siglo pasado el gobernador del estado Alejandro Cervantes Delgado. «Usted nos apoya con la renta de un local para nuestras oficinas, servicio telefónico y personal, máquinas de escribir y papelería y nosotros ofrecemos nuestros servicios periodísticos en nuestros medios para difundir las actividades de su gobierno», fue lo que el SNRP propuso a Cervantes Delgado y él aceptó. Así se inició.
Más tarde ACD nos apoyó con un taller de periodismo que se logró realizar en un convenio del SNRP con la Universidad Nacional Autónoma de México. Vinieron maestros de la UNAM y fueron los primeros pasos formales para entusiasmarnos en solicitar a la Universidad Autónoma de Guerrero la creación de una Escuela Estatal del Periodismo. La UAG, con Ramón Reyes Carreto fue más allá y se creó la Escuela de Ciencias de la Comunicación, pero la idea original se sostuvo: Que el SNRP contara con una «Bolsa de Trabajo», para responder los requerimientos laborales de las empresas y garantizar salarios y prestaciones a todos los trabajadores de los periódicos locales.
Al paso de los años la Delegación 17 del SNRP se ha distinguido por su servicio al pueblo de Guerrero, atendiendo sus demandas, publicándolas y respaldándolas. Pero consideramos ha llegado la hora en que debe comenzar a hacer funcionar su propósito inicial. El Fondo de Apoyo a los Periodistas y otros logros son muy valiosos. Pero llegó el momento en que asuma su papel original de Sindicato. No se puede seguir desperdiciando tiempo y oportunidades y mucho menos ideas y propósitos laborales del gremio ni el interés de la patronal. Ya no estamos como hace 29 años. Si se logra realizar la firma de Contratos Colectivos de Trabajo se habrá dado un paso histórico en Guerrero en materia de Comunicación Social a favor del periodismo guerrerense.
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