COLUMNA
Cosmos
Héctor Contreras Organista
En las semanas más recientes tuvimos la oportunidad de elaborar un folleto que para nosotros resulta muy interesante, porque gracias al apoyo del Profesor Humberto Lampart, pudimos conocer la recia personalidad de un guerrerense brillante, valiente, honrado y entrón, cuya participación en el Movimiento de Reforma lo convirtió en Coronel y finalmente en General, grado militar que don Juan Álvarez otorgó a Don José María Bernal, zumpangueño ilustre, tanto como don Eduardo Neri y otros notables zumpangueños cuya vida y obra no se ha dado a conocer.
El viernes 27 de este mes de enero de 2012, se cumplirán 147 años de la muerte del valiente guerrerense José María Bernal que nació en Zumpango del Río y cuyos datos fueron recopilados con esmero por el periodista, escritor e historiados don Moisés Ochoa Campos, hermano de don Humberto Ochoa Campos, fundador del diarismo en el estado de Guerrero.
Don Moisés tenía un excelente amigo en Zumpango, el profesor Santos Lampart de la Cruz, acucioso investigador, historiador, orador, educador y creador de la primera Escuela Secundaria de Zumpango, fundada por él y otros maestros y padres de familia. Don Santos, que no era originario de Zumpango pero que quiso a ese pueblo mucho más que algunos que se dicen amantes de su tierra, coadyuvó en las investigaciones que venía haciendo don Moisés Ochoa Campos en la ciudad de México, acerca de la vida de don José María Bernal y juntos lograron hacer una gran tarea.
Don José María Bernal, quien había logrado romper el terrible Sitio de Chilapa que la tropa francesa había establecido contra Don Diego Álvarez y su ejército, invasores a quienes finalmente derrotaron los mexicanos en las llanuras de la bella ciudad que después se convirtió en levítica, años después murió en Zumpango, asesinado a traición por un Coronel. Su cuerpo fue trasladado a Tixtla, donde fue sepultado en el cementerio que entonces se localizaba a la vera del Santuario de la virgen de la Natividad.
Cuando ese cementerio fue cancelado, los restos mortales del Coronel José María Bernal estuvieron a punto de desaparecer, pero uno de los descendientes de un soldado suyo se dio cuenta de lo que estaba por ocurrir y los despojos del héroe fueron sepultados en otro lugar de Tixtla, hasta que el investigador don Moisés Ochoa Campos logró encontrar la punta de la hebra del asunto, lo comunicó a don Santos Lampart y juntos gestionaron y lograron que los restos mortales de don José María Bernal fueran trasladados a Zumpango.
De Don José María Bernal se conservaba un retrato en el seno de una familia de Zumpango. Ese retrato se consiguió para que don Moisés Ochoa Campos mandara hacer el busto que se colocó en 1968 en la alameda de Zumpango que lleva el nombre del Coronel y también mandó hacer un óleo que obsequió al pueblo de Zumpango. Los restos del Coronel fueron trasladados, mediante imponente ceremonia de Tixtla a Zumpango, y se colocaron en un nicho abajo del busto.
Fuimos a Zumpango a tratar de localizar el óleo, pero nadie sabe de su existencia ni de su paradero. No se sabe si algún funcionario del ayuntamiento o algún presidente municipal, «por equivocación» se lo llevó a su casa, o lo vendieron, lo cierto es que ni óleo ni fotografía aparecen por ningún lado. Conservamos en nuestros archivos todo lo relativo a este acontecimiento histórico.
Todo lo elaboramos en un folleto, con datos y fotografías, lo ofrecimos al señor presidente municipal actual de Zumpango del Río, a fin de que se imprima y se difunda y las nuevas generaciones y muchos queridos amigos de Zumpango conozcan quién fue don José María Bernal, cuyo nombre se dio a una hermosa alameda, remodelada con buen gusto y sobriedad por el entonces presidente municipal don Bertín Sánchez.
Don Modesto Pérez Leyva –actual Presidente Municipal de Zumpango- hizo favor de hojear nuestro modesto trabajo y dijo que si acaso se hacía, «le vamos a quitar algunas cosas que vienen ahí». También pidió nuestro número telefónico diciendo: «Yo le llamo mañana»… ¿Y qué creen? ¡Ese «mañana», nunca llegó!
Y ahí en el cajón del escritorio está el material del Coronel José María Bernal, como algunos otros de nuestros trabajos, porque para imprimir temas que enaltecen la vida de ilustres guerrerenses, nunca hay tiempo ni interés en las esferas de los políticos donde, se pelean por todo, menos por la cultura.
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