Licencia…Antes de que sea arrastrado por las protestas y hasta obligado a dejar el cargo de man era definitiva, tras el asesinato de dos normalistas, el gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero debe solicitar licencia por un tiempo mínimo de 30 días y después volver a retomar su responsabilidad.
Así como se están tornando las cosas muy delicadas, que por primera vez y casi de inmediato ya están haciendo acto de presencia Personal del Alto Comisionado de las Naciones Unidas y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el conflicto de normalistas con policías federales y estatales del lunes pasado y al acudir a la escuela Normal Rural de Ayotzinapa a recabar testimonios sobre los hechos registrados en el enfrentamiento en el que murieron dos jóvenes. Entonces tiene que anteponerse la sensatez, si el gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero, realmente tiene la conciencia tranquila por los acontecimientos en el que el desalojo de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en el que perdieran la vida dos de ellos, lo que debe de hacer es pedir licencia por 30 días a su cargo para que sea investigado por las autoridades de la Procuraduría General de la República. Dado que ha demostrado su apertura, diálogo, hechura política y ha puesto en manos de las autoridades de la PGR la investigación de los sangrientos hechos, separó de sus cargos a los funcionarios encargados de la procuraduría estatal, la dirección de la PME, un secretario de seguridad pública y un subsecretario de la SSPyPC, el que pida licencia al cargo de gobernador permitiría que además de tomarse una merecidas vacaciones de fin de año, daría oportunidad a las autoridades federales deslindar las responsabilidades de un frustrado desalojo, en el que sin duda la orden no fue que dispararan en contra de los jóvenes normalistas, que acabó con la muerte o asesinato de dos de ellos, ya que algo se salió de control por la falta de pericia de sus funcionarios por no haber aplicado los Protocolos de Seguridad para este tipo de manifestaciones, los tres cesados en sus funciones, así como la supuesta responsabilidad del secretario general de gobierno, Humberto Salgado Gómez, la cual deslindó ayer en al conferencia de prensa, en la que sin duda le dio su respaldo y confianza , ante la andanada de señalamientos en contra de uno de sus más cercanos colaboradores, por no haber recibido a los normalistas y solucionarles sus demandas. Con la licencia por un período de unos 30 días Aguirre Rivero podría acomodar mejor sus ideas aprovechando las fiestas de fin de año, reflexionando en qué se falló para poner orden y ajustar la piezas de su gabinete que quedará desquebrajado por estos lamentables acontecimientos y la salida de muchos de sus colaborados por las renuncias para poder pelear en las próximas elecciones del 2012. Por eso es necesario que pida licencia el mandatario estatal, para que sea investigado y se demuestre, si es que tiene la conciencia limpia de que el no dio la orden de atacar a balazos a los normalistas de Ayotzinapa. Y esto porque no se le puede responsabilizar de que algunos agentes ministeriales o policías federales hayan ido armados y ante los balazos hayan reaccionado de manera tan inconsciente, tal vez también debido a la actitud violenta de los jóvenes que minutos antes habrían intentado incendiar una gasolinera y provocar que un empleado fuera envuelto por las llamas y ahora se encuentre al borde la muerte, por tomar la actitud heroica de haber cerrado una válvulas de seguridad para evitar una tragedia de alcances insospechados ya que además enfrente de donde se estaba quemando una bomba de abastecimiento, también hay otra gasolinera, que de haberse prendido habría provocado una explosión tan fuerte que habría afectado a los vecinos de esas instalaciones y a las personas que cruzaran por la autopista del sol. El hecho de que haya mucho material fotográfico y de videos, podrá acabar de tener una relatoría de los hechos, junto con el testimonio casi imparcial de los periodistas que cubrieron los hechos, podrán dar luz a lo que realmente ocurrió ahí. Porque hay que decirlo no solo los funcionarios del gobierno estatal y el titular del Poder Ejecutivo estatal, Ángel Heladio Aguirre Rivero son responsables de las muertes y los heridos por el desalojo de los normalistas, ya que alguien sin duda tuvo que convencer a los jóvenes, los organizó y permitió que llegaran con personas que los apoyaron desde otras escuelas y sumaron el número de más de 400 supuestos ayotzinapos que cerraron la autopista del Sol, afectando a cientos o miles de personas que se trasladaban por esa vía. Además de que los puntos que piden los normalistas ya se habían tratado el 26 de septiembre cuando el gobernador fue personalmente a visitar la normal Isidro Burgos y de inmediato recibieron los apoyos del mandatario estatal y la promesa de estudiar lo de permitir ingresar con promedio de siete, lo del nombramiento del director de la normal de Ayotzinapa y el otorgamiento de plazas al terminar sus estudios. Por eso no se comprende el por qué de la actitud beligerante de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, acompañados de alumnos de la facultad de Economía de la UAG y personas que ni siquiera estudian una carrera. Por ello las investigaciones deben de ser para ambas partes, los normalistas y los funcionarios del gobierno estatal y los que dispararon en contra de dos de ellos cegándoles la vida. Y para ello Angel Heladio Aguirre Rivero lo que mejor debería de hacer es pedir licencia e unos 30 días para ser investigado como cualquier otro y poder analizar mejor las cosas que tiene que hacer con tanto cambio de funcionarios, tanto por los trágicos acontecimientos, como por las elecciones, y con ello demostrará que además de buen político, que se sabe limpio e inocente de las muertes de los jóvenes, quedará como un estadista dispuesto a someterse al escrutinio de las ley y las investigaciones. Además de reflexionar de cómo habrá de reacomodar a su gabinete y poner las cosas en orden, como al él le gusta. Ya que en momentos tan difíciles como este es cuando se ven a los verdaderos amigos, que le apoyan en los peores momentos y no se cuelgan de el en los momentos de gloria, de triunfo y cuando se tiene al santo de espaldas huyen y quieren acabar con declaraciones negativas y señalamientos sin fundamento de acontecimientos que no debieron pasar y por algo o alguien pasaron. De ahí en fuera Angel Heladio Aguirre Rivero deberá de apechugar con aceptar que la responsabilidad de todo lo que ocurre en la entidad en su mandato se le va a achacar a él y no a sus colaboradores, que a las claras fallaron e hicieron lo que no tenían que hacer, tal vez provocados por quienes si quieren desestabilizar a este gobierno usando a estudiantes pobres de una normal como carne de cañón y provocación, innecesariamente, cuando hubo de parte del gobernador de Guerrero interés por resolver los problemas de los estudiantes de Ayotzinapa, quienes no entienden que este es un estado de limitados recursos presupuestales y que las cosas no se pueden resolver a la velocidad en la que desean ellos y eso es irrefutable, por lo que no era necesario manifestarse y cerrar carreteras afectando a otros y cometiendo actos vandálicos, que por desgracia acaban en tragedia. Por cierto, también habría que señalarle que tiene a dos colaboradores que tampoco le han funcionado, pues como en todos los gobiernos de los tres niveles, siempre tienen una oficina de Prensa, para dos cosas, encargarse de la imagen del gobernante y dar a conocer los avances del desarrollo, pero a la vez se encarga de control de daños cuando hay crisis y si no lo hace, significa que definitivamente no está funcionando. Apenas el pasado lunes, el gobierno de Guerrero enfrentó una crisis y hasta el momento no ha habido control de daños, a pesar de que hay motivos de hacerlo, pero desgraciadamente el actual Director General de Comunicación Social del gobierno de Angel Heladio Aguirre Rivero, no está operando, porque no está capacitado para ello. Por la incompetencia del titular de la DGCS, Pedro Julio Valdez Vilchis, el jefe del ejecutivo se vio en la necesidad de nombrar un vocero del gobierno del estado, que recayó en Arturo Martínez Núñez, pero a la fecha también ha demostrado incapacidad. Entonces, Aguirre Rivero está obligado a destituir a ese par de deficientes tanto del vocero del gobierno estatal, Arturo Martínez Núñez, y Pedro Julio Valdez Vilchis, porque en vez de informar desinforman con sus boletines demagógicos y falsos, que deforman los hechos y caen mentiras que inmediatamente son desmentidos por la velocidad de la información, el Internet y las redes sociales. Los dos intentan a toda costa manipular la agresión que sufrieron los estudiantes de la escuela normal rural «Raúl Isidro Burgos». Quieren manipular las imágenes de los hechos y los editan sin pensar que por hechos similares cayó el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer y podría caer el gobierno de Angel Heladio Aguirre Rivero. Pero principalmente ¿con qué calidad moral puede, el hijo de Arturo Martínez Náteras, dirigente de cafetaleros, que se robó el rescate de Rubén Figueroa Figueroa, que logró el Partido de los Pobres encabezados por el guerrillero Lucio Cabañas Barrientos o de la presidenta municipal de Atoyac que por su miedo provocó que las fuerzas estatales acribillaran a los campesinos de Aguas Blancas, para dar informaciones fidedignas del gobierno estatal de Aguirre Rivero?…Capach…La verdad es que hay felicitar a los funcionarios municipales cuando hacen bien su chamba y este es el caso de Gerardo Nabor Ojeda de la Peña, director general de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), quien pese a todas las adversidades ha cambiado drenajes, ha metido redes de agua en el centro de la capital, pone su mejor esfuerzo para que las instalaciones de agua estén en óptimas condiciones y lo más importante ha logrado echar andar la planta tratadora de aguas residuales. Pero eso no es todo tiene ambición de encontrar otras fuentes de abastecimiento de agua para los capitalinos de la entidad, que cuentan ahora con la utilización del agua captada en la presa Cerrito Rico y los nuevos pozos que se están abriendo en varias colonias. Pero su meta es echar a andar la planta potabilizadora de agua con un costo mayor de 200 millones de pesos, por lo que está trabajando de manera conjunta con sus contrapartes de la federación y el estado para hacer el sueño anhelado de los chilpancingueños tener agua potable en sus domicilios. Y eso gracia al esfuerzo y el trabajo de un funcionario comprometido con el ayuntamiento que dirige el presidente municipal, el priísta Héctor Antonio Astudillo Flores, quien el viernes dará su Tercer Informe de labores y en donde las obras que realiza Ojeda de la Peña tienen una relevante importancia. Bien por los dos funcionarios que se merecen un reconocimiento de todos los que habitamos esta ciudad capital estatal….
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