NOTA ROJA
Agrede músico a un
comenzal de pozole
Antonio Cantú Rendón.—Un músico ambulante el día de ayer a punto estuvo de matar a botellazos a un borracho en una pozolería que se ubica en el mercado «Baltazar R. Leyva Mancilla» precisamente en la nave 4, el supuesto agresor fue capturado y puesto tras las rejas por el delito de lesiones.
El ebrio quien se gana la vida tocando guitarra a varios transeúntes dijo llamarse Gregorio Santiago Fidel de 40 años de edad, originario de la cabecera municipal de Tlacotepec, región de la sierra pero desde hace muchos años habita en la calle principal lote 22 manzana 25 de la colonia el Polvorín de esta capital.
El lesionado Melchor Torres Pastor de 46 años de edad dijo tener su casa en la calle «Juan Aldama» de la colonia Moctezuma, y narró que el día de ayer miércoles cerca de las 19 horas se encontraba cenando en una pozolería con razón social «Vicky» la cual se ubica en la nave 4 del mercado «Baltzar R. Leyva Mancilla».
En esos momentos cuando saboreaba sus ricos alimentos llegó un músico hasta el lugar donde se encontraba sentado, el ahora detenido le dijo que se tomara una cerveza pero el lesionado le manifestó que no quería.
Al escuchar la negativa del ahora lesionado Santiago Fidel le dijo con palabras altisonantes que se largara de ese lugar y que si no lo hacia lo iba a matar a golpes, Torres Pastor se rebeló y le manifestó que no tenía que retirarse porque él había llegado primero, en ese momento el supuesto guitarrista tomó un envase de cerveza vacío y se lo arrojó en la cabeza, pero fue esquivado el proyectil. No conforme con eso una vez mas tomó otro envase y se lo volvió a lanzar y fue en ese instante que logró proyectárselo en la cabeza, al recibir el botellazo empezó a sangrar abundantemente de su herida, no satisfecho con eso lo siguió golpeando en diferentes partes del cuerpo y también logró quitarle su teléfono celular y se lo quebró en el piso.
Hasta este lugar llegaron paramédicos de la Cruz Roja quienes le brindaron los primeros auxilios al lesionado y posteriormente fue canalizado al hospital general «Raymundo Abarca Alarcón» donde permaneció dos horas canalizado y posteriormente lo dieron de lata.
Debido al tremendo escándalo que realizó Santiago Fidel, comerciantes y transeúntes se espantaron y solicitaron la presencia de la Policía Municipal quienes se encargaron de someterlo y posteriormente se lo llevaron a la delegación de barandilla.
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