COLUMNA

　

El Grillito Sin Censura

Alfonso Cerdenares Domínguez

**Celestino Cesáreo Guzmán no tiene nadita de vergüenza…

**¿Quiere ser senador de la República, un tipo que agrede a su esposa y abandona a sus hijos?...

Realmente, el tal CELESTINO CESÁREO GUZMÁN NO TIENE NADITA DE VERGÜENZA, al lanzarse como candidato a una senaduría por parte del Partido de la Revolución Democrática, PRD; máxime que está utilizando una publicidad «muy familiar», con eso de las infancias niños felices y de una familia muy unida; ¿quién le cree?; si usted no lo sabe, éste nefasto individuo, hace unos meses golpeó a su esposa; además de negar pensión alimenticia a sus hijos, pese a tener un jugoso salario como diputado local, todo por irse de picos pardos con una guapísima chicuela –de apellidos Villa Arreola –que le valió «máuser» que el buen Celes tuviera esposa y abandonara a sus vástagos; al menos, nosotros no votaríamos por este hombre que no merece ni el mote de «señor», pues resulta que mientras Cesáreo Guzmán, a nombre del Congreso del Estado.

Se aventaba un discurso, diciendo que está a favor de las luchas sociales y con la causa histórica de las mujeres, su esposa, Beatriz Martínez Zárate, de quien se separó cuando ya saboreaba las mieles del poder y del presupuesto en el Congreso, presentaba una demanda formal por los delitos de lesiones, amenazas de muerte y hasta amenazas de secuestro en contra del demagógico diputado; quien ahora anda pregonando «infancias felices», cuando a sus hijos no les apoya en nada de nada y, ¿ASÍ QUIERE SER SENADOR DE LA REPÚBLICA, UN TIPO QUE AGREDE A SU ESPOSA Y ABANDONA A SUS HIJOS?; en fin, el pasado 8 de marzo, en lugar de que doña Bety anduviera toda contenta para celebrar el famoso Día Internacional de la Mujer, lo mejor que pudo haber hecho fue denunciar al troglodita de su marido quien hasta amenazó con «levantarla» si continuaba exigiendo que le pasara «una lanita» para la manutención de sus hijos; la buena dama, tuvo la «osadía» de ir a ver al diputadete a la casa donde vive con su concubina para encargarle por un rato a sus infantes, pues ella requería ir al servicio médico, pero «la mujer del diputado», en lugar de recibirla diplomáticamente, la agredió delante de los chamacos; lo peor del caso es que, minutos después, llegó el buen Celes –que no tiene la culpa de ser tan guapo y de tener pegue con las féminas –para apoyar a su «nueva esposa» y entre los dos le recetaron una buena tunda a la madre de sus hijos –conste, los de Celes –quien no sentía lo duro, sino lo tupido, de tanto mamporrazo que recibió; ahora, Cesáreo Guzmán pretende «apantallar» al electorado con el rollo de que «Con infancias felices, gana Guerrero», sí, cómo no, el que pretende ganar buen billete allá en el Senado, es precisamente él, pues no creemos que de verdad vele por los intereses del pueblo; no más imagínese: si no se preocupa por su familia, menos se va a preocupar por los guerrerenses que viven en la miseria desde hace muchos años; en fin, si don Celestino Cesáreo Guzmán nos demuestra que sus hijos gozan de una «infancia feliz», pudiéramos pensar en brindarle nuestro sufragio, pero que no nos venga a engañar o a tratar de darnos atole con el dedo, pues el pueblo se cansa y tiene memoria histórica; ojalá que la dirigencia del PRD no se equivoque y, lo mejor que puede hacer es expulsar a este tipo de personas que, en lugar de ayudar a ese instituto político, lo perjudica más con sus acciones y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com